Una es Anvil, la otra es María y yo. Y ambas recurren a la realidad para contar historias de perdedores que en el fondo son ganadores. Son historias que antes tocaba Hollywood y luego tocó el cine independiente. Pero son historias que hoy no se tocan apenas en la ficción.
Y el cine llega al corazón más que nunca a través de ellas. Conmino a los cineastas a recoger esta senda. Es la senda de Beto en Parque Vía, de Beni Lakun en Bajo las estrellas, de Olive Hoover en Little Miss Sunshine. Es la senda de CC Baxter en El apartamento.
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