lunes, marzo 12, 2012

SHAME (Steve McQueen): 9

Hace 2 años hablé de una película que me parecía estupenda, pero que no se la recomendaba a nadie. Era "After", de Alberto Rodríguez. Con "Shame" me ocurre lo mismo, sólo que llega mucho más lejos. En excelencia y en tema.
"Shame" es directamente la mejor película del año. No puede caber duda. En un año excelente, en una cosecha magnífica, "Shame" se sale de ella por cine y por hondura. Por calidad y por profundidad. Si "La invención de Hugo", "Los descendientes" o "The Artist" consiguen apasionar en forma y fondo, "Shame" va más lejos, quedará para la posteridad. Se hablará de ella dentro de 40 años como hoy se habla de "El último tango en París".
Porque lo de menos es el sexo. La profusión de penes y vulvas no es sino la forma elegida para hablar de la soledad del hombre moderno, de la necesidad de enfermarse para salir de sí mismo, de la fuga desesperada de sus raíces para acabar buscándolas con todavía mayor desesperación.
Y McQueen lo logra como lo lograba en "Hunger". Logra transmitir la prisión interior en que vive Brandon con los mismos mecanismos que en su opera prima: un guión de hierro y la mejor puesta en escena del momento. El guión de hierro confiere fuerza a todos sus personajes, da carácter alegórico a todas las decisiones, consigue con cada mínimo gesto una representación visual de algo superior, convierte en circular lo que es salto al abismo. La puesta en escena eleva ese guión hasta la categoría de arte. Así, no sólo te crees el sexo, te crees todavía más escenas tan triviales como la conversación banal en el restaurante, el duelo de miradas en el metro o el paseo con la doncella que le puede rescatar de su particular almena. Pero no sólo te las crees, se convierten en la vida más real y tangible, la que vives fuera y que se convierte en maravillosa rutina en el cine.
Con todos esos ingredientes y un actor en absoluto estado de gracia, McQueen te lleva a sufrir una experiencia insufrible. De la que sales golpeado, queriendo a un ser desagradable, viviendo su vida con el mismo entusiasmo que la tuya.
No sé si debes ver "Shame", lo que sí sé es que "Shame" es cine del que durará para siempre.