jueves, noviembre 29, 2007

ANTES DEL ATARDECER (Richard Linklater)


Todos los que nos gusta escribir tenemos alguna peli que nos hubiera gustado haber escrito. Los que encima fracasamos a la hora de hacerlo, tenemos muchas más. Pero si hay una que a mí me hubiera gustado haber escrito es ésta, es "Antes del atardecer".

No es la mejor, ni siquiera es la más conseguida, desde luego no es la más académica, pero tiene tantas cosas que conectan conmigo, con el cine que me gusta, con mi vida y con la de todos, que sin duda es la peli que me hubiera gustado haber escrito.

Sé que no soy original, sé que la identificación que buscan Linklater, Hawke y Delpy es casi de manual. Pero hay algo en ella, hay una verdad en cada cosa que no viene al caso, que le aleja profundamente del manual, le aleja para siempre de la falsedad. La autobiografía tiene muchos inconvenientes y es generadora de miles de coñazos egocéntricos, pero cuando se encuentran la vida propia, la libertad de elección, la inteligencia supina, la contención y el estado de gracia alcanzan la cima del arte, la plenitud de la emoción.

Es esto lo que logra "Antes del atardecer": aturdir cerebros con mil ideas sublimes hasta olvidar la propia existencia cerebral, conseguir acabar con la razón para llegar al corazón puro. Kant lo odiaría, el espectador piensa mucho en su propia vida mientras la ve. Pero en ese viaje, Kant, el espectador, el escritor, el amante y el que no es amado se dan la mano cada vez que Jesse y Celine dudan de sí mismos, se buscan cada vez que los protagonistas no se atreven a mirarse, se desean cada que vez que no se tocan, se quieren para siempre cuando se ven bailar y comprenden que no es sino el inicio de sus vidas.

Ésta es la peli que me hubiera gustado haber escrito. Sé que no es la mejor, pero es la que a mí me hubiera haber escrito.

domingo, noviembre 25, 2007

MICHAEL CLAYTON (Tony Gilroy): 8,5


Los setenta están otra vez aquí. Está el cuerpo de Pollack y está su alma. Todo sabe a su aroma. Al aroma de los setenta, al aroma del thriller político, al sabor a "3 días del cóndor", a Redford y grandes intereses, al gran cine de pequeño hombre contra grandes corporaciones.

Punto por punto, Michael Clayton es todo eso. Es la historia de siempre contada como nunca. Dejando poso para los personajes, dejando que surjan conflictos sin necesidad de amplificarlos, potenciando los roles secundarios con actores enormes, buscando el brillo en el mate. Gilroy asume todo ese material y lo mete en su cóctel de la sabia escritura.

Y ahí no brilla el magistral creador de la tensión de Jason Bourne, sino el soberbio creador de personajes que hay en la saga Bourne. Su paso de la máquina de escribir a la cámara es notable, sabe cuándo tiene que generar belleza y perdurabilidad (los dos últimos magistrales planos) y cuándo debe ser funcional y dejar que se luzca su impresionante reparto.

Desde ya, Clooney merece el Oscar. Su recreación de Clayton es un ejemplo de carisma, vigor, fuerza, contención y emoción. Siempre hemos sabido que era el único de los grandes que tenía aroma a clásico. Ahora ya sabemos que lo va a ser. Tanto como el maestro Pollack. Su carrera en la dirección de filmes sobresalientes parece acabar con una nueva demostración de que es uno de los mejores actores secundarios de la historia. Aunque venga de los setenta, aunque siga hoy, estará siempre.

martes, noviembre 20, 2007

Es momento de que me critiquéis. Mi corto: "La espera"


La Espera from Roger on Vimeo.
Hasta ahora sólo me he dedicado a criticar. Es momento de que me critiquéis.Éste es un corto documental de sólo 4 minutos, que he rodado para la Fundación RAIS. Es sobre los inmigrantes que viven solos en la calle y los factores que acaban desencadenando en su locura. Vamos, que no es precisamente optimista...Creo que lo digo todo con deciros el nombre de la canción que he elegido de fondo: “El primer aliento después del coma”…

domingo, noviembre 18, 2007

Las pelis de la cartelera



-4 MESES, 3 SEMANAS Y 2 DÍAS: 8,5. Brutal y desasosegante conflicto sin pausa.

-CAÓTICA ANA: 6,5. Desmesura en argumento y ambiciones.

-LOS CRÍMENES DE OXFORD: 7. Brillante muestra de oficio, que no de autoría.
-DEATH PROOF: 10. Tarantino en estado puro. Catapulta de emociones.

-DESEO, PELIGRO: 6,5. Demasiado larga para un conflicto tan claro.
-2 DÍAS EN PARÍS: 7. Desternillante y corrosiva comedia (que parece) romántica.

-EL ESPÍA: 7,5. Realista drama, con tanta profundidad como intriga.

-LA FAMILIA SAVAGES: 7. Aunque algo moroso, conmovedor y divertido drama.

-INDIANA JONES: 6,5. Si te dejas llevar y no piensas ni creces, muy entrenida.

-IRINA PALM: 6,5. Oportunidad perdida para ser más graciosa que dramática.

-LUZ SILENCIOSA: 6. Tan bella como lenta.
-MATAHARIS: 9,5. Apasionante documento sobre el mundo en que vivimos.

-MICHAEL CLAYTON: 8,5. Clooney y Pollack se dan la mano.

-NO ES PAÍS PARA VIEJOS: 8. Gloriosa peli de acción con desenlace insatisfactorio.
-ONCE: 8,5. Musical realista que remueve todas las emociones.
-EL ORFANATO: 9. Emotivísimo cuento de terror que consigue crear una nueva realidad.

-POZOS DE AMBICIÓN: 7,5. A pesar de lo desagradable que es el prota, apasionante.
-PROMESAS DEL ESTE: 7. Brutalidad e ingenuidad se dan la mano.
-13 ROSAS: 5,5. Tan intensa que no logra ser emotiva.
-7 MESAS DE BILLAR FRANCÉS: 8. Realista y gracioso drama urbano familiar, puro Querejeta.
-EL ULTIMÁTUM DE BOURNE: 8,5. Descomunal fuerza y tensión. Apasionante.

-LA ZONA: 6,5. Buena e intensa metáfora no siempre creíble.

domingo, octubre 21, 2007

13 ROSAS (Emlio Martínez-Lázaro): 5,5


13 rosas es el primer fiasco de Martínez Lázaro. Y lo es porque no ha sido fiel a sus señas de identidad. No ha sido fiel a lo que mejor sabe hacer.

Martínez-Lázaro es un gran narrador de la cotidianeidad. Su mirada pequeña, despreocupada e irónica le permite acercarse a la realidad para captarla y hacerla cine. Porque a él lo que le gusta es el cine. Y quiere hacer del cine espectáculo, quiere hacer de las pequeñas cosas de la vida cosas interesantes y divertidas.

De eso tratan sus comedias, en eso brilló en su incursión en el thriller. Eso es justo lo que se echa en falta en 13 rosas. En su afán de hacer cine de espectáculo, Martínez-Lázaro se ha lanzado a una historia demasiado grandilocuente. Que fuera verdad no significa que se pueda recurrir a la realidad, a la cotidianeidad. Al contrario, es una de esas historias más grandes que la vida, que están llenas de grandes momentos. Y la especialidad de Martínez-Lázaro son los pequeños momentos.

Al hacer espectáculo, Martínez-Lázaro se pierde en el camino. Su película abusa de intento de emoción sin haber intentado hacer que queramos antes a los personajes. Por eso nada de lo que sucede nos importa demasiado. Sólo cuando vuelve a su territorio, Martínez-Lázaro nos llega. Cuando Verónica Sánchez ligotea con un espléndido Félix Gómez, cuando Pilar López de Ayala nos lee una carta con la sobriedad que falta a todo el resto de la película.

EL ORFANATO (J.A. Bayona): 9


El cine español está de enhorabuena. No sólo las taquillas se han poblado, los intelectos también.
Y es que hace mucho que no se veía una peli española capaz de crear una nueva ficción con tal grado de verdad. Está claro que la especialidad del cine español son las pelis de realidad. Lo que no estaba tan claro es que fuéramos buenos en crear nuevas realidades. Y Bayona demuestra que se puede hacer. ¿Cómo?
Lo primero es buscar una buena historia. Bajo la apariencia del subgénero de casas encantadas, El Orfanato ofrece un cuento de los de antes, un cuento de los de siempre. Un cuento donde nada sobra y todo encaja, donde todo tiene su interpretación narrativa y su interpretación metafórica, donde realidad y ficción se unen para formar algo mejor.
Lo segundo es llevarla a imágenes con fuerza. Y si en la escritura, Sergio G. Sánchez brilla, en la dirección Bayona alcanza el mismísimo cielo. Planos nítidos siempre desde el punto de vista mejor para la historia, atmósfera de desasosiego creciente sin apelar sustos, actores nacidos para sus papeles sin que tengan ser caras, e interpretaciones contenidas sin hacer que sean frías. Todo se une para conformar la película con mejor puesta en escena que se ha hecho en España en muchos años. Cada una de las escenas tiene magia, cada una de las secuencias te lleva a una nueva realidad.
El cine español está de enhorabuena. El Orfanato va a conectar con la gente y va a conectar con los premios. El Orfanato va a conectar con la historia.

lunes, octubre 15, 2007

EL ÚLTIMO SHOW (Robert Altman): 9

Han pasado ya ocho meses desde la muerte del Maestro Altman, pero escribo ahora porque hasta ahora no había podido ver su última peli, su último show, su obra maestra final.

Siempre he considerado a Altman no sé si el mejor, pero sí el más genuino de su generación. Coppola o Scorsese pueden tener obras puntuales más definitivas (El Padrino, Taxi Driver), pero ni el conjunto de su obra guarda su coherencia ni sus ideas han resultado tan vitales para el avance del cine. Su coherencia no es sino el resultado de su libertad, de la capacidad para arriesgarse y pasar de productores y taquilla, para pasarse por el forro cualquier amenaza de control. Sus ideas son tan claves que no han necesitado de los años para hacerse indispensables.

La coralidad como marca de fábrica. La narración de historias entrelazadas que construyen un único conjunto. La improvisación como generación de vida y de hacer autores a los actores. La música como una parte más de la historia. La sátira como vía de corroer lo establecido. El amor/odio por la América profunda, como única forma de aproximación a los personajes.

Su cine es el compendio de todas sus innovaciones. Y el cine las ha recogido todas y las ha integrado. Él las recoge todas en A prairie home companion. Y como de costumbre, nos arranca toneladas de risas inteligentes. Como de costumbre, nos eleva hasta emocionarnos.

Termina sin elevar la voz, sin despedirse con alharacas. Termina haciendo de la vida una celebración de la tragedia. La vida, como una mierda a la que el humor, la música y las contradicciones vuelven simplemente maravillosa.

domingo, septiembre 23, 2007

MATAHARIS(Icíar Bollaín): 9,5

Después de nueve meses de desierto, por fin hemos llegado a un oasis. Y no es un espejismo. Tampoco es un charco. Todo lo contrario, tenemos un manantial profundo.
Si la semana pasada hablábamos del estreno de la única obra maestra de este año, en San Sebastián hemos podido ver la segunda. Se llama Mataharis y como la de Tarantino, tampoco ésta no proviene de una voz nueva. Proviene de una autora que parece que se va a instalar en el territorio de las obras maestras. Icíar Bollaín llegó a él para quedarse. Y se ha quedado.
Hola ¿estás sola? le enseñó a acercarse a gente cotidiana que buscaba la felicidad en las pequeñas cosas. Consiguió risas y simpatía. Flores de otro mundo mostraba ya un serio trabajo de guión y estructura. Logró verdad y potencia. Tras dos notables, con Te doy mis ojos consiguió su primer sobresaliente. En el estudio profundo de personajes y conflictos que se alimentan, encontró empatía e imágenes excepcionales. Mataharis prosigue su crecimiento. En ella, hay risas y simpatía, verdad y potencia, empatía e imágenes excepcionales. Pero además de eso, hay coherencia, hay mesura. Hay complementos que se complementan e historias que se dejan antes de comenzar.
Con su pluma y con su cámara, Bollaín ha encontrado un sitio por el que circulan todas las pequeñas historias en pequeños momentos que representan grandes vidas. Todas y cada una de sus situaciones podrían pasar por rutinas o podrían pasar por anécdotas, pero la hondura y al mismo tiempo intrascendencia de su mirada las hace símbolos de algo superior. Si nunca olvidaremos a dos amigas que roban bikinis, si nunca olvidaremos a la suegra que no acepta a la mujer de su hijo, si nunca olvidaremos a la madre de la maltratada compasiva con el maltratador, ya nunca más olvidaremos a detective y cliente esperando en un coche a que se cometa la infidelidad. Ya nunca olvidaremos el inicio de un concierto de Rosendo. Ya nunca olvidaremos los dibujos que una niña pinta y el mundo real imita.
Icíar Bollaín ha vuelto a construir la realidad. Ha vuelto con su cine a hacer del mundo un lugar mejor. Sabemos que lo seguirá haciendo. Sabemos que seguirá haciendo brotar agua cristalina de su manantial.

lunes, septiembre 17, 2007

DEATH PROOF (Quentin Tarantino): 10


Con sólo 5 películas, Quentin Tarantino es ya uno de los más grandes de la historia. Es un genio que se le estudiará y se le analizará como ahora se hace con Wilder, Lubitsch o Hitchcock. Death Proof es otra obra más a estudiar.


Y se estudiará. Pero ha nacido para ser vivida.
Antes de que los gurús de los management se calzaran las gafas de pasta para crear el marketing experiencial, Tarantino ya lo había descubierto. Su cine no es sino eso: una experiencia. Desde la génesis hasta el desenlace, todo va dirigido a empatizar con el espectador al mismo tiempo que se le rompen sus expectativas.


QT regala su mirada a un espectador que, como lo ha visto todo, ya no tiene la mirada virgen. Es entonces cuando se mete en sus ojos y le genera una experiencia que no podrá olvidar. En su montaña rusa hay todo lo que busca el que se monta: tiros, persecuciones, sexo y canciones. Y todo hecho como lo conoce el espectador, pero de una forma inauditamente nueva. Y esa forma no viene tanto de la coreografía, sino de los personajes, perfecta suma de un hombre duro que ya no tiene sitio y radiografía de la mujer contemporánea. A través de ellos, se descojona de su mundo y del mundo, se descojona del cine que ama y de sí mismo.


Death Proof es una catapulta que te agarra, te eleva y te suelta a un torrente de cine, a una sobredosis de emociones. Es difícil no aplaudir, no animar o no levantarse de la butaca a vitorear. Es imposible no terminar la película y ovacionarlo.


Death Proof es una obra maestra tan intemporal como Kill Bill, Jackie Brown o Reservoir Dogs. Todas sus huellas están ahí, multiplicadas. Una ambientación que te traslada directamente a su universo, unos actores que nunca jamás volverán a estar igual, una puesta en escena mágica y atmosférica, una música que te traslada directamente a la carretera y un montaje tan coherente como abigarrado en sorpresas.


Death Proof lo tiene todo. Pero a ese todo hay que añadirle el mejor final de su carrera: uno de esos momentos que se estudiarán por los siglos de los siglos. Como a los más grandes. Como a lo que es.

domingo, septiembre 16, 2007

CAÓTICA ANA (Julio Medem): 6,5

El autor de las películas más hipnóticas del cine español ha hecho una película acerca de la hipnosis. Y más avezado y suicida que nunca, ha intentado unir fondo y forma, que el argumento fuera tan coherente como las imágenes. El resultado es su película menos hipnótica. El resultado es su peor película.
Amo a Medem. Amo La ardilla roja, amo Tierra, amo Lucía y el sexo, amo hasta La pelota vasca. Pero con todo lo que lo amo, siempre he tenido miedo a ver una película suya dos veces. Siempre he tenido que miedo a que el segundo visionado haga que explote su pompa de jabón. Me ocurrió con "Lucía y el sexo". No me va a ocurrir con Caótica Ana porque no voy a volver a verla.
Caótica Ana es otro de sus envolventes cuentos para adultos. Sólo que esta vez no te envuelve el azar y la sutileza, la fuerza de las imágenes y los personajes. Esta vez sólo te envuelve su actriz. Si como director no alcanza su maestría habitual en la puesta en escena, si como montador no logra la alquimia entre las matemáticas y la emoción, como guionista naufraga más que nunca. Su historia tiene momentos que no hay por donde cogerlos.
No es sólo que vaya demasiado allá en su búsqueda de argumentos espirituales, no sólo es que meta diálogos con la convicción de un epitafio, el principal error está en meterse a político. Cuando pasa de su mundo al mundo global, Medem pierde la referencia y el espectador, la credibilidad. Sus mensajes de cooperante adolescente tienen la profundidad de sus rivales, echan abajo todo el armazón. Y de armazón vive Medem. De un armazón de magia y azar que sólo los ojos de Manuela Vellés logran aguantar. Sólo por ella vale la pena la peli. Sólo por eso quizá vuelva a verla una vez más.

martes, agosto 21, 2007

DOS DÍAS EN PARÍS (Julie Delpy): 7

Cualquier recomendación que haga esta película es absolutamente sobrante después de ver esta escena. Si obviamos el espantoso doblaje, muestra perfectamente el tono, conflictos y desternillante y corrosivo humor de la primera propuesta de la actriz fetiche de Richard Linklater.

No es fácil escribir acerca de esta peli, obviando los tópicos de que es una mezcla entre Antes del amanecer/atardecer y Woody Allen. Porque en verdad lo es. Pero lo es en el mejor modo. Guarda la forma de las primeras con el humor del segundo. Guarda el conflicto de una pareja en un rato de viaje con el humor abrasivo del neoyorquino.

Se trata de una peli que no va a pasar a la historia, pero que tiene al menos diez gags memorables. Y eso es mucho en una comedia. Se trata de una peli que sin tener un muy claro hilo conductor, tiene momentos de una sinceridad aterradora. Y eso es mucho en un drama. Y por último, cuenta con cuatro actores en estado de gracia. Y eso es la hostia en cualquier película.

Si los padres de la Delpy están descacharrantes, si la propia Julie no tiene prendas para mostrarse gorda y pesada, el recital de Adam Goldberg nos retrotrae a su hilarante papel de Eddie en Friends. Logra que nos partamos de la risa con cada uno de sus gestos, con cada una de sus reacciones, con cada uno de sus silencios, con cada uno de sus diálogos. Desde aquí, y sabiendo que como todo lo de este blog, caerá en el olvido, quiero nominar a Goldberg al mejor actor cómico del año.

Sólo por verlo y por descojonarse, merece la pena ver esta soberbia comedia que no cuenta sino el drama que todas las parejas vivimos.

CUANDO NACES, YA NO PUEDES ESCONDERTE (Marco Tulio Giordana): 7,5


Hace un par de años, La mejor juventud cambió la reciente historia del cine italiano. Se trataba de una miniserie de seis horas que algún hábil y osado exhibidor se atrevió a mostrar en cines. Y se forró.
La obra de Marco Tulio Giordana aunaba historia, verismo y concienciación sin olvidar la accesibilidad mediante conflictos tan potentes que acaban por explotar en la pantalla en imágenes imborrables, emociones perdurables. Así, consiguió dos de las mejores horas de cine que se recuerdan. Las dos mejores horas del cine italiano en muchos años.
A rebufo de ese éxito, Giordana trata de recuperar el género italiano por excelencia. Si Gianni Amelio, Pupi Avati o Ettore Scola han buscado en sus raíces para actualizar el neorrealismo, Giordana logra encontrarlo con esta historia acerca de la inmigración y las consecuencias que genera en una familia pudiente y biempensante.
Su apuesta continua por personajes multidimensionales y cercanos, por conflictos poderosos y cambiantes, por imágenes expresivas y representativas, sólo se ve lastrada en algún momento de didactismo que inmediatamente se supera. Esos mínimos arrebatos de didactismo tienen consecuencia directa en una pérdida de emoción, pero todas las demás decisiones consiguen mostrarnos el mundo tal y como es, y al mismo tiempo, sublevar nuestras conciencias.
Y lo hace como sólo puede hacerse: desde el autorreconocimiento inicial hasta los valores universales, pasando por el autoengaño intermedio. Ese autoengaño que nos permite seguir viviendo e ignorando lo que sabemos injusto y lo que sabemos al lado.

lunes, agosto 20, 2007

EL ULTIMÁTUM DE BOURNE (Paul Greengrass): 8,5

La acción está considerada como un subgénero. Y en la mayoría de las ocasiones, lo es. No es el caso de la saga de Bourne. Menos todavía el de esta su última entrega.

Sea uno fan del cine de acción o todavía mejor si no lo es, es difícil no elevarse sobre la butaca con el comienzo de la saga del personaje creado por Robert Ludlum. Los primeros 20 minutos de "Bourne Identity" son tan impresionantes, tan noqueantes para la mente y los sentidos que, siendo abrumadoramente interesantes, resultaban insuficientes los 200 minutos que les seguían entre la primera y la segunda entrega.

Si el origen según Doug Liman fue notable y la continuación según Greengrass logró igualarlo, esta tercera parte alcanza la gloria durante 100 minutos tan impactantes como los primeros 20 del inicial. El autor de películas tan personales como "Domingo sangriento" o "United 93" se toma su material tan en serio que explota al máximo sus señas de identidad: ausencia de planos generales, cámara al hombro por sistema, montaje veloz, avance implacable de la trama e interpretaciones contenidas. La suma de esas pequeñas decisiones más el magnífico guión de Tony Gilroy se vuelve brutal logrando la sensación de no saber nunca qué va a pasar. Y gracias a ello, es como consigue hacer que la acción deje de ser un subgénero. Porque cambia los clichés de los personajes y de la previsibilidad. Porque te rompe en dos en cada escena y en el desarrollo conjunto de la trama.

Con todo ello, logra algunas de las mejores persecuciones que se recuerdan, logra dignificar un género, logra cerrar una trilogía acercándola a su orígen: a la maestría.

domingo, julio 01, 2007

BAJO LAS ESTRELLAS (Félix Viscarret): 8,5


El gélido cine español del último año ha sido por fin deshelado. Un meteorito de fuego ha caído sobre él. Ese meteorito es una peli que cuenta con casi todo lo que obvia el cine español: riesgo formal, cercanía a la realidad, autoría e historias cotidianas.

Bajo las estrellas presenta todo eso y mucho más. Presenta personajes normales a los que los hace queribles, con una mirada optimista en la muestra de sus mil defectos. Presenta conflictos latentes, siempre creíbles y explicados maravillosamente por la extraordinaria definición psicológico de los personajes. Presenta tragedia con un continuo humor, que hace que mezcles sin pausa carcajadas y lágrimas. Presenta un paisaje nuevo, que pareciendo independiente, no es sino un paisaje de toda la vida. Presenta una Emma Suárez que regala con su sonrisa millones de fotogramas. Presenta un guión pulido hasta permitir que la realidad entre el papel. Presenta una dirección que deja que el brillo sea para otros, sin olvidar que haya autoría. Y sobre todo, presenta a Benito Lakunza, uno de los personajes más maravillosos que se ha visto en el cine español.

Es el papel de Alberto San Juan un chollo único para un actor. Un jeta con tanta cara como honestidad, con tanto optimismo como trágico. Uno de esos tipos que uno quiere sacar de la pantalla y llevárselo a su vida. Y el actor coge ese chollo y lo eleva a la altura de las estrellas. La composición tierna, desternillante, enamorablemente patética que hace de este perdedor le va a dar todos los premios. Pero sobre todo, le va a dar una identidad y una perdurabilidad a su carrera. A partir de ahora, siempre va a ser Beni Lakun, siempre va a ser el cabrón que enseña a una niña a fumar.

lunes, junio 18, 2007

Las pelis de la cartelera

-BAJO LAS ESTRELLAS: 8,5. Desternillante y emotivísima historia de perdedores.

-BORRACHERA DE PODER: 5,5. Desapasionada narración para una Huppert sublime.

-CAÓTICA ANA: 6,5. Desmesura en argumento y ambiciones.

-CORAZONES SOLITARIOS: 6. Buena factura y nueva visión de una vieja historia.

-CUANDO NACES, YA NO PUEDES ESCONDERTE: 7,5. Neorrealismo puro y duro.

-DEATH PROOF: 10. Tarantino en estado puro. Catapulta de emociones.

-2 DÍAS EN PARÍS: 7. Desternillante y corrosiva comedia (que parece) romántica.

-MATAHARIS: 9,5. Apasionante documento sobre el mundo en que vivimos.

-ODETTE, UNA COMEDIA DE FELICIDAD: 2. Peli rosa para peluqueras y amas de casa.

-EL ORFANATO: 9. Emotivísimo cuento de terror que consigue crear una nueva realidad.

-LOS SIMPSON: 5,5. Demostración palpable de la rebaja de exigencia que supone la TV.

-13 ROSAS: 5,5. Tan intensa que no logra ser emotiva.

-EL ULTIMÁTUM DE BOURNE: 8,5. Descomunal fuerza y tensión. Apasionante.

-UN BUEN DÍA LO TIENE CUALQUIERA: 6. Tan descacharrante como irregular.

-ZODIAC: 8. Larga, pero brillante, precisa y climática representación de la intriga real.

lunes, abril 09, 2007


Cada semana, sabrás qué debes y qué no debes ver de la cartelera.
-APOCALYPTO: 6,5. Apasionante como película de acción, discutible como documento histórico.
-AZUL OSCURO CASI NEGRO: 8. Entrañable y divertido drama humano.
-BABEL: 8,5. Compasiva y apasionante suma de tragedias.

-EL BUEN PASTOR: 7,5. Gran puesta en escena de historia excesivamente imbricada.
-LA CAJA KOVAK: 7,5. Thriller español que envuelve el vacío a la americana.
-CARTAS DESDE IWO JIMA: 6. La ligereza de Eastwood se torna solemnidad y aburrimiento.
-DIARIO DE UN ESCÁNDALO: 7. Apasionante intriga a la que sólo le falta duelo.
-INFILTRADOS: 8,5. Descomunal fuerza para una intriga apasionante.
-EL JEFE DE TODO ESTO: 4,5. Comedia con pretensiones y sin gracia.
-EL LABERINTO DEL FAUNO: 7,5. Perfecto y apasionante equilibrio entre realidad y ficción.
-EL LIBRO NEGRO: 7,5. Apasionante, sensual y sorprendente intriga.
-PEQUEÑA MISS SUNSHINE: 7,5. Divertida y pequeña, más entrañable que original.
-THE QUEEN: 7,5. Irónica y emotiva representación de la realidad monacal, no monárquica.
-TRISTRAM SHANDY: 7,5. Desternillante adaptación, tan fiel que se queda sin historia,
-LA VIDA DE LOS OTROS: 8. Fiel intriga que nos introduce en la fealdad del socialismo.
Si has visto alguna otra, que quieres recomendar o despreciar, éste es tu sitio.

La genialidad en estado puro: Quentin Tarantino

Este verano se cumplen tres años desde que se estrenó Kill Bill 2. Desde entonces, no ha habido nada que se acerque a ella. Este verano Quentin Tarantino vuelve a estrenar. Habrá que ver dónde llega.

Pocas veces en la historia un autor llega a la dosis de libertad que encontró Tarantino en Kill Bill. Es muy difícil gozar de esa libertad, tomar un material que sólo puede ser propio y transformarlo en tal obra maestra, en tal obra intemporal que cruzará los tiempos y los géneros.

Conjunción de homenajes y parodias, de formatos y estilos, de amigos y desconocidos, Tarantino es una obra nacida del enorme placer que para él significa el cine. Ajeno a los gustos de la mayoría, libre de las imposiciones de lo conocido, el eterno dependiente de videoclub se aferra al cine que ama y casi todos despreciamos. A partir de esas miles de peleas de kung-fu, de esas intrigas de yakuza, de ese misticismo manga de medio pelo, de esos duelos al sol mexicano y de esos paisajes de spaguetti western, Tarantino los une, reelabora y transforma en cine en estado puro. Cine de consumo y de arte y ensayo. Cine de risa y cine de reflexión, cine de intriga y cine de emoción.

En Reservoir Dogs aprendió a desestructurar impactando, en Pulp Fiction a reírse de todo lo que antes habíamos visto y en Jackie Brown a hacer cine clásico. Todos esos aprendizajes los suma en Kill Bill. La estructura es tan circular como fruto de la necesudad de impacto, la comedia sutil es continua, y la seriedad y clasicismo del epílogo causa de emoción y memoria. Todo está aleado, todo es natural. Todo nace de sus dos mayores virtud: divertirse y conocer al público actual. Con lo primero se lo pasa bomba y lo hace pasar bomba. Con lo segundo, crea un nuevo cine. Uno que nace de saber todas las imágenes que hemos ido acumulando en nuestro subconsciente, tenerlas en cuenta y reinterpretarlas. ¿Cómo? Metiéndolo en la narración, riéndose de él y rompiendo por sistema las expectativas del espectador. Así consigue un nuevo cine. Así está entrando en la historia.

domingo, abril 01, 2007

TRISTRAM SHANDY, A COCK AND BULL STORY (Michael Winterbottom): 7,5



Hay dos tipos de buenas películas: las que contienen grandes historias y las que hacen avanzar el cine. Tristram Shandy es de las segundas.

No sólo la historia que cuenta la película es pequeña, es que no hay historia. LLevando hasta el límite el espíritu del ensayo que adapta, Winterbottom es capaz de reflexionar y perderse, aun a riesgo de perder espectadores. Es su apuesta una apuesta suicida. Una apuesta que utiliza el humor para acercar a los personajes y, sobre todo, para mantener el interés del espectador.

Nunca antes el humor había jugado tan claramente este papel. La ausencia de historia obliga a tejer las reflexiones, meandros y vueltas con un hilo de comedia fina. Y, como en 24 Hour Party People, ahí Winterbottom, Boyce Cottrell y Coogan se desenvuelven como los ángeles. Su mordacidad y autoironía nos devuelven un regalo en forma de carcajadas constantes que nos provocan tanta comprensión y amor por los personajes como incomprensión de la adaptación.

Risa a risa, Winterbottom va adentrándose en nuestros subconscientes al mismo tiempo que asistimos a la consecución de su noble y suicida objetivo. El espíritu de Vida y opiniones de Tristram Shandy aparece en pantalla. Y lo hace con una historia que no es sino un cuento chino, una soplapollez que sólo vale la pena si es realmente divertida. Y ésta lo es.

sábado, marzo 31, 2007

DIARIO DE UN ESCÁNDALO (Richard Eyre): 7

Supongo que sorprenderá la incoherencia de la nota de 7 si añado que ésta es una película perfecta. Es perfecta por el perfecto equilibrio entre ambición y oferta, entre lo que pretende y lo que da. Todo lo que busca, lo encuentra. Todo lo que quiere dar, lo ofrece.

El guión del autor de Closer es perfectamente antitético al de su obra teatral. Donde allí había recovecos y giros sorpresa, aquí no hay más que coherencia y lógica. Donde allí había diálogos rebuscados e inteligentes, aquí hay acciones que hacen avanzar la trama. Donde allí había escenas inolvidables, aquí hay una trama asentada y creciente.

Richard Eyre toma ese material y lo arma como un buen artesano. Se apropia de él y lo eleva hasta cotas de intriga razonable y espectáculo contenido. Hay tanto control y buen hacer en lo que Eyre propone, que quizá se echa de menos un poco más de espíritu kamikaze que transforme las escenas en duelos. Es por ello que las actrices y el niño destacan, pero quizá no se comen la película como a ratos pedía.

Queda una película intrigante y notable, tan pulcramente británica que le falta la arrogancia americana para convertirse en un clásico.


jueves, marzo 22, 2007

EL JEFE DE TODO ESTO (Lars Von Trier): 4,5



Es difícil escribir una crítica de esta película sin insultar. Así que como es tan difícil y yo soy un mierda, me lanzaré a difamar.

Lars Von Trier es un gilipollas, un genio tan consciente de su genio que cada vez, se vuelve más gilipollas. Alguien que de tan encantando que está de conocerse, nada le hace más gracia que sí mismo y piensa que a los demás también nos tiene que hacer gracia él. Y francamente, no nos hace ni puta gracia.

Hacía tiempo que no veía en el cine deserciones en masa. En la sesión nocturna donde se proyectó, hubo más gente que se marchó que la que se quedó. Y entre los que se quedaron, más de la mitad lo hicieron dormidos. Como uno de los pocos que se quedó, me siento todavía más capaz de vejar al genio danés.

Son ya muchas sus películas, y cuanto más pasa el tiempo, más sube su apuesta por la innovación y más baja su calidad. Si innovar supone generar valor mediante nuevas propuestas, él cada vez genera menos. Porque sus innovaciones cada vez poseen menor sentido. El Dogma tenía sentido. Daba amateurismo, sensación de realidad, hacía la historia más creíble de lo que era. Las rayas en el suelo eran una gilipollez que sólo la soportaban una historia decente y unos actores excelentes. El salto a la freecamara es ya definitivo. Este tipo ha perdido para siempre el sentido. ¿Por qué hacer infinitos cortes si la escena es lineal? ¿Por qué perder la mejor forma de ver la escena? ¿Por qué quitar credibilidad a lo acontecido?

Si en estilo naufraga Von Trier, lo que le lleva a hundirse de forma definitiva es el texto. Nunca fue un buen guionista. Tiende a lo tópico y a lo obvio. Pero como tenía un poder visual tan enorme, el texto pasaba a un segundo plano. Ahora que sólo se sustenta en argumento, diálogos y chistes, hace el ridículo en los dos últimos. Si los diálogos tienden a ser elementales, los gags son exagerados, carentes de gracia.

En definitiva, a esta película sólo lo salva un argumento, que en sinopsis daba para una obra maestra de la comedia, y que el petulante danés convierte en una más de sus soplapolleces. Probablemente, la peor de todas.

lunes, marzo 12, 2007

PEQUEÑA MISS SUNSHINE (Valerie Faris & Jonathan Dayton): 7,5


La ventaja de ver y recomendar una peli como "Pequeña Miss Sunshine" es que gusta a cualquiera. Tiene los suficientes componentes como para entretener y enternecer a todos los paladares.

El adicto al cine comercial siente que su cerebro se está alimentando con algo distinto, al mismo tiempo que su subconsciente no padece por estar viendo una historia bonita, de aprendizaje y familia. El intelectual pelmazo del cine de autor se da cuenta de la escasa originalidad de la propuesta, pero agradece el sentido del humor marciano y la causticidad ocasional de la propuesta. Y el espectador adulto y medianamente cultivado agradece sobremanera la mezcla de diversión y crítica, de emoción y mensaje. No sólo a todos gusta, sino que a todos gusta lo mismo. Como diría Timothy Hutton en esa obra maestra que es "Beautiful Girls", todos le pondrían "un ajustado siete y medio".

Su guión parte de una buena premisa, algo tirada por los pelos. Los personajes tienen el punto justo de diferencia y la mirada de bondad que los convierte en empáticos. El argumento avanza a la velocidad de la camioneta, que no es sino la de su aprendizaje. Y la coherencia está más en la forma que en el fondo. Todo cuadra medianamente y nada cuadra del todo. Todo entretiene y divierte y nada acaba siendo inolvidable.

Se pasa bien, se pasa el rato y no agrede el cerebro. Se ve, se disfruta y se olvida. Como un concurso de belleza. Como la vida.

domingo, marzo 04, 2007

Arriaga y/o Iñárritu


Estos días ha salido a la luz lo que todos sabíamos. El descomunal divorcio de la pareja puede ser una de las principales catástrofes del cine moderno.

Una vez más, la naturaleza humana puede por encima de la razón. Aunque ambos puedan saber que son mejores junto al otro, el prisma deformante de la vanidad puede con todo. A veces, hasta te devuelve tu propia imagen, ampliada y a punto de resquebrajarse. Es lo que puede suceder con González Iñárritu y Arriaga. El tiempo dirá si es lo que sucede.

Vaya por delante que soy gran admirador de ambos. Creo en Arriaga y creo en Iñárritu, pero creo más en ambos. Creo en Amores perros, creo en 21 gramos y creo en Babel. Creo bastante en Los tres entierros de Melquíades Estrada. Creo menos en el corto del 11-S.

Si tengo que mojarme, diré que intuyo que el ego de Arriaga es más pernicioso que el carácter de Iñárritu. Tuve la fortuna de conocer un rato a Iñárritu en Donosti, y me sorprendió. Me pareció un buen tipo. Pero también, si tengo que mojarme, diré que como guionista que es, Arriaga necesita menos a Iñárritu que al revés. Los descomunales conflictos, el sexo soterrado, la violencia animal del cazador mexicano puede ser perfecto alimento para la sangre de otros narradores visuales. Pero además, tiene una ventaja. Arriaga no necesita a nadie para completar su arte. Porque aunque nadie le complemente, sólo con sus libros ya puede pasar a la historia. El que haya tenido la fortuna de leer "El búfalo de la noche", sabe que Arriaga es capaz de articular él solito una de las más grandes obras en castellano, quizá la mejor del siglo XXI. Y ahí Iñárritu no existía. Por supuesto, que si Iñárritu se decidiera a pasarla a la pantalla, nadie como el león musical para transformar esa violencia bestial en conflictos soterrados que explotan retroalimentándose, nadie como él para hacer de México D.F. el plató de la globalización y el plato de la mendicidad. Nadie como ambos para sumarse cinematográficamente y restarse personalmente.

Siendo como es el cine un arte colectivo, el uno necesita del otro. Veremos cómo se complementan, veremos cómo se alimentan. Veremos si el divorcio no es sino una autodestrucción justo antes de pasar a la historia.

jueves, febrero 22, 2007

LA VIDA DE LOS OTROS (Florian Henckel von Donnersmarck): 8

El socialismo es una mierda. Si Karl Marx viera en qué se convirtió su idea, volvería atrás, quemaría El Capital y decidiría dedicarse al arte para generar belleza. Porque si algo hizo el socialismo fue generar fealdad.

Bajo la apariencia de cine con mensaje, "La vida de los otros" no es una película política. Y por lo tanto, ni es tendenciosa, ni trata de cambiar el mundo. Sólo lo muestra como es. Sólo lo muestra como fue. Y el mundo artificial y huxleyliano que crearon los seguidores de Marx podía ser justo o no, igualitario o no, libre o no, pero desde luego, era horrible. Es muy difícil concentrar tanto mal gusto en los edificios, en la ropa, en los coches, hasta en las caras. Todo lo que tocaba el socialismo se tornaba feo. A las a las actrices les salían ojeras; a las atletas, bigote; a las putas, cubos de grasa; a los ministros, corrupción; a los poetas, crisis creativa y a los oficiales de la Stasi, falta de rigor. La combinación de todo ello produjo un índice de suicidios digno de un Corredor de la Muerte que no fue sino la causa verdadera de la rotura del Muro. Y toda esta tristeza que no nace sino de la fealdad, la película la muestra con un grado de fidelidad y profundidad que cala tanto dentro, que agradeces el consumista mundo en el que naces a la vez que comprendes las traiciones de todos los protagonistas.

De eso va "La vida de los otros", de traiciones. De traiciones que asoman cuando se juntan todos los conflictos surgidos por ser quien quieres ser y no quien eres. En ese momento comienza la trama. Una trama que, al revés que en las películas políticas, te agarra de la solapa y no te suelta. Lo hace gracias a un guión que presenta siempre las mejores situaciones posibles, que tira de originalidad para tirar de coherencia. Sus notables personajes se encuentran con conflictos tan excepcionales que se vuelven cercanos y representativos, queribles y nada maniqueos.

Y la trama avanza sin red. Las emociones avanzan sin red. Al final queda una de las mejores películas alemanas estrenadas en España en los últimos diez años. Queda una película no política, que nos recuerda que para la felicidad no importa la ética, lo que importa es la estética.

jueves, febrero 08, 2007

El cine español es una mierda


Mira la cartelera.
Ahora mismo pagaría cero pelas por ver una película española.
La única pasable del año fue el Laberinto del Fauno y es más mexicana que española.
El mejor cine ahora mismo está en EEUU. Sin duda.

CHINO

lunes, enero 29, 2007

Los Goya 2007



Un año más se han celebrado los Goya. Y parece que este año sí puede considerarse que se han celebrado. Corbacho estuvo imponente, la idea de la media hora de diferencia dio una agilidad no antes vista, hubo competitividad por el desenlace y por una vez, la política se dejó para otros foros. Vamos, que desde la Sardá no se veía algo tan divertido. Quizá le faltó la emoción de los detalles del corazón, pero al menos, sí hubo cierta dignidad no exenta de glamour.

Otra cosa son los premios. Como no había demasiada hez, no ha habido demasiadas injusticias. Es de reseñar el ojo de la Academia para darse cuenta que los mejores actores del año habían sido los desternillantes Antonio de la Torre y Carmen Maura. Pero si no ha habido injusticias, sí ha habido ausencias incomprensibles. Que Viggo no ganara no responde más que Diego estaba sublime. Que Díaz-Yanes no arrasara no responde más que a la fama y pánico a la incomprensión de Almodóvar. Que David Trueba no se impusiera a Benpar entra dentro de la lógica incultura documental de los asistentes. Pero que "Salvador" ganara el guión adaptado responde a manifiestos políticos que ni vienen al caso ni tienen que ver con una deleznable estructura que no respeta los puntos de vista ni la equidistancia temporal del desenlace.

El próximo año habrá nuevas injusticias y nuevas ausencias. Espero que también haya tantas buenas películas, tantos éxitos de taquilla. Será un año difícil porque sólo presentará largo dos de los grandes, Medem y De la Iglesia. Habrá que ver qué presentan los jóvenes, qué nos dan los renovadores.

lunes, enero 22, 2007

Las pelis de la cartelera


Cada semana, sabrás qué debes y qué no debes ver de la cartelera.
-ALATRISTE: 9. Obra intemporal, que aúna épica y desencanto.
-APOCALYPTO: 6,5. Apasionante como película de acción, discutible como documento histórico.
-AZUL OSCURO CASI NEGRO: 8. Entrañable y divertido drama humano.
-BABEL: 8,5. Compasiva y apasionante suma de tragedias.
-BRICK: 8. Cine negro adolescente, que mezcla Coen y Lynch.
-CABEZA DE PERRO: 8. Tan rara como emotiva historia de amor.
-LA CAJA KOVAK: 7,5. Thriller español que envuelve el vacío a la americana.
-CARTAS DESDE IWO JIMA: 6. La ligereza de Eastwood se torna solemnidad y aburrimiento.
-LA DALIA NEGRA: 7,5. Narración prodigiosa sin la magia de De Palma.
-DESAYUNO EN PLUTÓN: 7,5. Divertido e irreverente cuento para todas las plateas.
-DIARIO DE UN ESCÁNDALO: 7. Apasionante intriga a la que sólo le falta duelo.
-FICCIÓN: 8,5. Morosa, hiperrealista y emotivísima historia de amor.
-HOLLYWOODLAND: 7,5. Bajo el envoltorio del cine negro, profundo drama humano.
-HOLIDAY: 5,5. Alargada, cursi y exenta de gracia intromisión en personajes muy actuales.
-EL ILUSIONISTA: 6. Gran ambientación y prólogo para decepcionante epílogo.
-INFILTRADOS: 8,5. Descomunal fuerza para una intriga apasionante.
-EL JEFE DE TODO ESTO: 4,5. Comedia con pretensiones y sin gracia.
-EL LABERINTO DEL FAUNO: 7,5. Perfecto y apasionante equilibrio entre realidad y ficción.
-EL LIBRO NEGRO: 7,5. Apasionante, sensual y sorprendente intriga.
-MARÍA ANTONIETA: 7. Imágenes y música de ensueño para una historia algo alargada.
-MUJERES EN EL PARQUE: 6,5. Impreciso pero coherente muestra de emociones.
-LA NOCHE DE LOS GIRASOLES: 8. Thriller rural brutal, desasosegante.
-PEQUEÑA MISS SUNSHINE: 7,5. Divertida y pequeña, más entrañable que original.
-THE QUEEN: 7,5. Irónica y emotiva representación de la realidad monacal, no monárquica.
-LA SILLA DE FERNANDO: 8. Desternillante conversación convertida en oda a la vida.
-TRISTRAM SHANDY: 7,5. Desternillante adaptación, tan fiel que se queda sin historia,
-LA VIDA DE LOS OTROS: 8. Fiel intriga que nos introduce en la fealdad del socialismo.
-EL VIENTO QUE AGITA LA CEBADA: 6,5. El cantautor Loach reivindica con fuerza Irlanda.
-VOLVER: 7,5. Sorprendente y desternillante vuelta a los orígenes de Almodóvar.
Si has visto alguna otra, que quieres recomendar o despreciar, éste es tu sitio.

LA CAJA KOVAK (Daniel Monzón): 7,5


Tras tres películas de géneros distintos, a Daniel Monzón comienza a vislumbrársele unas características propias.

Director potente y montador excelente, su cine es una carga de energía cinética que abruma al espectador, llevándole por una narración imparable. Ese ritmo y una temática siempre más cercana a la acción que a la reflexión, le generan un aire de comercialidad que muchos confunden con Hollywood.

Desde luego, no estamos en territorios de cine patrio. Como con Amenábar, pero aquí todavía más explícito, Monzón lleva la historia hacia sucesos que mejor acontecerían en Orange County. Y aquí comienza la exigencia del espectador. Siempre se ha dicho que al espectador español le cuesta aceptar una pistola. Bien, al espectador español todavía le cuesta más aceptar las tramas cinéticas de Monzón.

Porque sus tramas y sus imágenes no son sino el resultado de su cinefilia de palomitas. Y sigue viva en “La caja Kovac”. Si “El corazón del Guerrero” nos llevó hasta al universo de Paul Verhoeven y “El robo más grande jamás contado” nos acercó a Álex de la Iglesia, ahora pone sus miras en Brian de Palma. Porque es en él, y no en Hitchcock como se ha comentado, en quien pone el foco y llega a mimetizar su estilo de tal modo que sus secuencias adquieren la energía del italoamericano. Gracias a obsesiones psicoanalíticas y a vueltas de tuerca de un guión entre la mimesis de tres tipos de historias (conspiración, metalingüística y ladrón de cadáveres) y el hallazgo argumental, sus ampulosos movimientos de cámara consiguen una naturalidad que llega incluso a superar la del maestro del suspense de los 70. La dirección es su mayor activo. Gracias a ella, logra sacar el máximo partido de escenas correctamente escritas, llevando al espectador hasta un clímax notable, hasta un desenlace donde se vuelven a poner sobre la mesa todos sus referentes.

El problema llega al aparecer la palabra “fin”. Y no es el “fin” en sí mismo, simétrico, coherente y nada complaciente. Es la sensación de pompa de jabón, de algo que se ha inflado y explota solo. Es la sensación de que no resiste ningún análisis profundo, de que como De Palma, nos ha llevado por territorios apasionantes para contarnos una historia que no cuenta gran cosa. Queda la pasión y queda la acción, sólo hay que obviar la reflexión.

lunes, enero 08, 2007

BABEL (Alejandro González Iñárritu): 8,5

Aunque nominalmente sea la tercera, Babel es la primera película de González Iñárritu. Las otras dos anteriores, tan aparentemente aparecidas, han de ponerse en el debe de su guionista, Guillermo Arriaga.

Y es que el cine de González Iñárritu tiene hasta ahora patrones comunes. Amores perros, 21 gramos y Babel comparten estructuras fragmentadas, escasa linealidad, tragedias brutales y personajes en lucha. Pero si en las primeras se anteponía la crudeza, ahora se impone la compasión. Si en las primeras se apostaba por la visión caleidoscópica, ahora se impone la única. Si en las primeras se priorizaba el conflicto, ahora se opta por la narración. Si las primeras las contaba un escritor, ahora las cuenta un director.

Recomiendo a cualquiera pasar por las novelas de Guillermo Arriaga. Construye obras maestras como quien monta muebles de Ikea. Su fuerza se mantiene intacta en el paso al celuloide. Sexo sucio, violencia animal, personajes atormentados que hacen aposta malas acciones para un buen fin... El bien necesita al mal, para Arriaga. Saturado de dolor y de maldad, González Iñárritu decide en su primera experiencia ante el ordenador mezclar alguna de las constantes de su colaborador con una nueva visión del mundo. Una en la que siguen habiendo tragedias, pero no producto del ser humano, sino más bien de Dios (o como se quiera llamar al azar). Todos los personajes de Babel son esencialmente buenos. Y eso les salva cuando se equivocan. Eso permite contemplar sus brutales melodramas con una mirada en la que caben las lágrimas, en la que cabe la empatía.

Ya no cabe la hijadeputez de Fernando Echeverría o de Sean Penn, ahora brilla la bondad redentora de un Brad Pitt en estado de gracia. Como director, no ha hecho más que mantener su impresionante fuerza en las secuencias, su descomunal aprovechamiento de los conflictos interiores, su uso de la cotidianeidad como fuente de violencia, su maestría en la sala de montaje. Como contador de historias, ha apartado de su mirada la muerte de su hijo, ha ganado sin quererlo en comercialidad.

Quizá ya nunca más cuente nada tan magistral como el segundo mediometraje de Amores perros. Quizá nunca más apueste por la destrucción como origen. Quizá siga consiguiendo obras notables como quien compra muebles de Ikea. Quizá ahora crea en el ser humano. Quizá cuente sus propias historias.