domingo, noviembre 02, 2008

SÓLO QUIERO CAMINAR (Agustín Díaz Yanes): 8,5


Agustín Díaz Yanes es un valor seguro. No falla. Su cine tiene tanta fuerza que sólo te das cuenta de su hondura cuando acaba la película.
Es lo que les ocurre a "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto" o a "Alatriste". Es tan capaz de meterte en un universo de intriga, conflictos crecientes y brutalidad sin límites que sólo cuando termina de das cuenta de que la desolación que invade sus imágenes, de la humanidad que desprenden sus personajes y de la lágrima que recorre tu alma.
Su cine es de lo mejor que le ha pasado a España. Es capaz de devenir Scorsese y luego de parecer González Iñárritu. Y sin embargo, retratando México D.F. o haciéndolo con el siglo de oro, siempre nos habla de España, de su España de lucha de clases, de gente que levanta la cabeza para seguir caminando. Y recibir hostias y caer. Pero gente que se levanta porque el orgullo le puede más que la derrota.
Sus personajes son adictos a ello. Son carne de derrota, pero como en los grandes, en la lucha se dignifican. Sus cuatro damas son el fiel reflejo de ello. Su dignidad está a prueba de traiciones. No importa que se traicionen a sí mismas por dinero. No importa que Gloria Duque siga a los cincuenta chupando pollas. No importa que Paloma llegue a tratos con la policía o el juez. No importa que Ana se aposte al sol que más calienta. O que Ariadna sea incapaz de transmitir cariño. Lo que importa es que están juntas y van a estarlo. Y que están en la lucha. Que no importa lo que consigan, siempre seguirán en la lucha.
Díaz Yanes lo logra con un guión modélico. Uno de los mejores dialoguistas hace casi una película muda. Sus conflictos son tan poderosos que los silencios no hacen más que elevarlos. Sus actores son tan potentes que la palabra podría aminorarlos.
Tano apuesta por sí mismo, apuesta sobre seguro. Sigue fiel a su discurso, sigue fiel a su forma, sigue fiel a su maestría. Es alguien que no falla. Cuando te has comido con pasión toda su trama, comienzan a aparecer unas lágrimas imparables por tus ojos. Es su cine, es su fuerza, es su hondura

1 comentario:

Alberto Córdoba dijo...

sólo para los que ya la hayan visto, además contiene uno de los mejores epílogos que se han visto, una de las relaciones románticas más espeluznantemente reales que se han hecho