lunes, septiembre 17, 2007

DEATH PROOF (Quentin Tarantino): 10


Con sólo 5 películas, Quentin Tarantino es ya uno de los más grandes de la historia. Es un genio que se le estudiará y se le analizará como ahora se hace con Wilder, Lubitsch o Hitchcock. Death Proof es otra obra más a estudiar.


Y se estudiará. Pero ha nacido para ser vivida.
Antes de que los gurús de los management se calzaran las gafas de pasta para crear el marketing experiencial, Tarantino ya lo había descubierto. Su cine no es sino eso: una experiencia. Desde la génesis hasta el desenlace, todo va dirigido a empatizar con el espectador al mismo tiempo que se le rompen sus expectativas.


QT regala su mirada a un espectador que, como lo ha visto todo, ya no tiene la mirada virgen. Es entonces cuando se mete en sus ojos y le genera una experiencia que no podrá olvidar. En su montaña rusa hay todo lo que busca el que se monta: tiros, persecuciones, sexo y canciones. Y todo hecho como lo conoce el espectador, pero de una forma inauditamente nueva. Y esa forma no viene tanto de la coreografía, sino de los personajes, perfecta suma de un hombre duro que ya no tiene sitio y radiografía de la mujer contemporánea. A través de ellos, se descojona de su mundo y del mundo, se descojona del cine que ama y de sí mismo.


Death Proof es una catapulta que te agarra, te eleva y te suelta a un torrente de cine, a una sobredosis de emociones. Es difícil no aplaudir, no animar o no levantarse de la butaca a vitorear. Es imposible no terminar la película y ovacionarlo.


Death Proof es una obra maestra tan intemporal como Kill Bill, Jackie Brown o Reservoir Dogs. Todas sus huellas están ahí, multiplicadas. Una ambientación que te traslada directamente a su universo, unos actores que nunca jamás volverán a estar igual, una puesta en escena mágica y atmosférica, una música que te traslada directamente a la carretera y un montaje tan coherente como abigarrado en sorpresas.


Death Proof lo tiene todo. Pero a ese todo hay que añadirle el mejor final de su carrera: uno de esos momentos que se estudiarán por los siglos de los siglos. Como a los más grandes. Como a lo que es.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estás equivocado en una cosa.
QT, ha dirigido otra película, por llamarlo de alguna forma.

Dirigió un capítulo de dos horas de C.S.I Las Vegas en la anterior temporada. Es el mejor capítulo de cualquier serie que se ha visto en la vida.

Alberto Córdoba dijo...

Totalmente de acuerdo. Fue la hostia, la viva prueba de cómo se puede coger un material tan ajeno y delimitado como una serie, transformarlo en propio y lograr un thriller absolutamente magistral

Ángel dijo...

Es que Tarantino es el único dios verdadero, así que absolutamente de acuerdo en todo.

Pasaba por aquí y, de paso, te dejo lo que escribí en su día sobre esta leyenda viva del cine.