Quizá es que soy un ingenuo, pero no pienso cambiarlo. Sigo queriendo valorar el cine tal y como lo veo, y no tal y como fue concebido. Por eso trato de poner la misma vara de medir a un film clásico, rodado hace mil años, y a un cortometraje casero rodado anoche. Y sé que es injusto porque uno probablemente lanzó y creó un nuevo cine, y el otro no es sino el resultado de mil y un plagios a partir de esa inicial creación. Pero sigo queriéndolo ver así. Con ingenuidad e injusticia. Con objetividad y pasión.
Y cuando me planto ante la pantalla de Renoir, sí veo los cuadros de su padre y una puesta en escena de maesstro, pero también veo una historia ya contada y unos gags de principiante, unos personajes sin aristas y un desenlace precipitado. Unos logros incontestables que probablemente cambiaron el cine y unas premisas de guión que hoy se han superado mil y una veces.
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3 comentarios:
Al propietario de este blog: por qué en verano los cines son al aire libre?
Al escriba de esta pregunta: ¿por qué en inviernos los cines son en sala cerrada?
¿Así que esta obra maestra llena de frescura y poesía te parece que es un 6 y una obra televisiva mediocre y falsamente novedosa como Azul oscuro casi negro es un 8? No tenés remedio...
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