Quedan dos meses para el estreno. Pero id haciendo hueco en vuestra agenda.
Porque no os podéis quedar sin verla. Porque ha nacido para vivir, ha nacido para perdurar.
Es difícil expresar el grado de excitación y de emoción que me generó. Para mí, es desde ya la mejor película del año, una de las 2 ó 3 mejores de los últimos años. Por fuerza, por mensaje, por ritmo, por interpretación. Pero sobre todo, por calado. Es una peli nacida para llegar al fondo de los corazones.
Espero que tenga muchísima suerte comercial. La merece.
Héroes es una apuesta suicida. Porque sólo se le puede calificar así a una película que cuando elige ser mimética de alguien, no opta por El padrino o Eva al desnudo, sino por Los Goonies. Porque es entre Cuenta conmigo, Verano Azul y E.T. donde juega Freixas. En un ochenterismo que no sólo llega a la superficie de la excelsa dirección artística y la música, sino que alcanza la superficialidad de la trama y sus emociones.
Sus conflictos son de tal simplismo que sólo el humor paródico podía haber hecho que éstos crecieran. Y sin embargo, Pau Freixas (más que su guionista Espinosa) deja su huella al seguir apostando por el drama, por su propia peli. Al creer en él mismo, en su historia. Y es entonces cuando la peli se eleva, cuando toma su propio vigor, cuando empiezas a quererlos, cuando sientes que su verano es tan importante como el tuyo. Es entonces cuando en la parte final llega a hacer verdad lo que hasta entonces sólo era la película que quiso ser Los Goonies.
Muchos lo habéis pedido. Pues por fin está. A muy pocos meses de su estreno, ya podéis ver el primer trailer de mi peli, "Cecilia y Juan". ¿Que de qué va? Pues es una película romántica de las de antes, con dos tipos de ahora.
Inmigrantes que tratan de robar las sobras. Inmigrantes que se protegen de los propios inmigrantes. Inmigrantes que dedican insultos racistas a otros inmigrantes.
De eso va la última de Fernando León, de inmigrantes. De inmigrantes que parecen reales, nada idealizados en intenciones y actos. Y no sólo los caracteriza como reales, tampoco demoniza al hombre blanco. Su discurso político no necesita caer en la caracterización para calar. El discurso político está ahí, sin necesidad de denunciarlo, sin necesidad de enunciarlo.
Ahí radican todas las virtudes y los defectos de Amador. En su apuesta por contar la vida de los inmigrantes. En su negación a caer en el mensajismo. Otra cosa es que al elegir esa apuesta, pierde muchas de las fortalezas que le llevaron a rodar tres obras maestras consecutivas, Familia, Barrio y Los lunes al sol.
Al optar por no contar la vida de los españoles, pierde su sentido del humor. Un maravilloso talento para la comedia fundado en su talento innato para el diálogo característico, paradójico. Y al optar por no contar la vida de los españoles, sus personajes también pierden vitalidad, la que le sobraba a Juan Luis Galiardo, Eloi Cabezas o Javier Bardem. La que hacía que por muy triste que fuera la historia y patético el personaje, se multiplicara la empatía hasta llegar al amor profundo por sus personajes.
Eso no ocurre con Magaly Solier. Está tan apagada, tan vacía de motivaciones e interés que su propuesta puede resultar realista, pero desde luego no apasionante. Interesa, porque escribe tan bien Fernando León que es imposible que no interese. Llega el mensaje porque tiene un final tan redondo que es imposible que no llegue. Pero brillar sólo brilla cuando la pantalla se llena de actores patrios, cuando aparece Celso Bugallo o una puta y un cura que generan unas composiciones tan desternillantes como apasionantes, tan interesantes como emocionantes.
Espero en el camino la próxima de Fernando León de Aranoa. Y espero que hable de lo mejor que sabe, de españoles.
Buried es la mejor película americana del otoño. Sólo que es española.
Esta anomalía, cifrada en las tildes que aparecen los títulos de crédito, marca la película. Y es que parece mentira que todo lo que ves y (sobre todo) oyes pueda ser obra de un grupito de españoles empeñados en contar una historia tan global como el conflicto EE.UU.-Irak.
Esta anomalía también se marca en la apuesta. Un americano había escrito el excelente guión, pero ningún americano se atrevió a producirlo. El motivo es claro: un solo escenario, un solo tiempo, un solo personaje. Hay tantas restricciones que sólo el presupuesto de gastos puede agradecerlas.
Y sin embargo, el de ingresos va a ser el principal beneficiado. Lo va a ser porque la intriga generada es bestial. Porque dichas restricciones se convierten en armas de concreción. Quizá la dirección no explota todas sus posibilidades claustrofóbicas, pero sin embargo, Cortés es capaz de convertir Burieden una peli de acción, en Indiana Jones y el Sarcófago de madera de pino. Logra generarte situaciones de alta tensión emocional, logra hacerte vivir persecuciones sin poder mover los pies.
Al final, queda una peli americana estupenda, coherente y emocionante hasta el final, cuyo doble truco final (sueño y canción) te impide quedarte con el regusto del buen cine. Te impide levantarte al día siguiente con el ataúd metido en tu cerebro.
Pero lo que ha quedado es una emoción sin límites, el éxito de una marcianada española que logró devenir americana.
Éste es el blog para los tarados como tú y como yo, para los que estamos hartos de cine academicista, de adictos al plano fijo, al humor de vodevil y a la lágrima dulzona hasta producir diabetes. Éste es el blog para los que creemos que el buen cine nace de la observación y la incorrección, para los que ven la realidad como una película, y las películas como realidades. Éste es un blog para tarados. Éste es tu blog