miércoles, febrero 17, 2016

HERMOSA JUVENTUD (Jaime Rosales): 9

Determinismo o nihilismo. Estás condenado a ser lo que tus padres son o te niegas a luchar contra lo que te toca ser. ¿Es mejor quejarse o aceptar, pelearse o resignarse?
Hermosa Juventud es la peli de la crisis. En el futuro sabrán cómo era España en 2014 por esta peli, por este reflejo social, que ofrece una verdadera polivisión de la consecuencias de la crisis a partir de una pareja de veinteañeros. Y de un dilema que es el dilema del 26,3% de los jóvenes: ¿Qué posibilidades de futuro tiene alguien que abandona la ESO?
Si siempre ha sido complicado, con la crisis ese futuro ha desaparecido. Y con él, la esperanza. Una esperanza que sólo retorna con la necesidad que da la maternidad, con la obligación de ser referente para tu hija. De eso va Hermosa Juventud, de la búsqueda de un objetivo vital, de la necesidad de que alguien crea en ti, de la búsqueda desesperada sin método ni esperanza, de los falsos paraísos que nos llegan, de las drogas cotidianas que necesitamos para evadirnos. De la sumisión a un destino.

Y ofrece unos personajes que la derecha omite (por necesidad) y la izquierda odiaría (por sumisos). Pero sobre todo ofrece unas conclusiones que directamente deberían ir a ese Plan Nacional de Educación del que siempre se habla y que nunca se hace:
1. HÁBITOS. Si desde que tienes 2 meses, tu madre te coge cada vez que lloras, quizás no vas a tener más que comprensión y malas rutinas. También los padres deben aprender a ser padres
2. VALORES. No basta con enseñar asignaturas, también hay que enseñar a vivir
3. AUTOCONOCIMIENTO. El primer aprendizaje obligatorio es el descubrir tus talentos, en qué eres bueno,
4. ACOMPAÑAMIENTO. Todos necesitamos un tutor vital, aunque sea puesto por el Estado, alguien que realmente crea en ti.
5. SUSTITUCIÓN. Nuestro destino depende demasiado del pasado de nuestros padres. La educación nos tiene que ayudar a levantarnos, a poder poner nuestras manos en ese tutor vital, que nos guía y nos dedica el tiempo y los consejos que no siempre la familia puede dar.
6. MOMENTOS CLAVE. En cada salto vital es cuando más necesitas esa guía. Si no cuidas a esa persona en la salida del cole, en la entrada en la universidad, en la búsqueda del primer empleo, puede que lo pierdas para siempre.
7. CURIOSIDAD. La propia enseñanza debe ayudar a generar la necesidad por saber más, por ser autodidacta. 
8. PASIÓN. Hay que mover y remover a cada persona hasta encontrar aquello que le mueve, que une sus talentos con su diversión. Y al final de ello, habrá probablemente un camino, un destino, un trabajo.
Es sólo una idea,  pero creo que es la forma de luchar contra el nihilismo. Es la forma de salir del determinismo.

miércoles, enero 06, 2016

Los Matomovies de Oro 2015

Un año más volvemos a nuestra cita haciendo recuento de lo mejor del año. Llega la antesala de la antesala de los Óscar: los Matomovies de Oro.
Poneos vuestro mejor esmoquin, engominaos hasta las cejas y estad listos porque os invitamos a la Gala. Del 12º al 1º, aquí tenéis las mejores pelis estrenadas en 2015:

12. NEGOCIADOR (Borja Cobeaga)
Maestro de la comedia más taquillera y autor de algunos de los mejores gags recientes, Cobeaga se reveló un autor con su película sobre ETA. Su humor torna seco, su afilada visión de los defectos humanos se aplica a un ente superior. Las risas que producen sus 80' hacen ver para siempre cualquier tema bajo un filtro diferente: el de la inanidad humana.

11. REGRESO A ÍTACA (Laurent Cantet)
El tema podría dar alergia a cualquiera: Un ganador de Palma de Oro se planta en una azotea en Cuba y pone a hablar en español a cinco sexagenarios en tiempo real. El resultado no puede ser más humano y emotivo, una visión de Cuba que podría aplicarse a casi cualquier persona que empieza a mirar atrás y ya no para tomar impulso.

10. A CAMBIO DE NADA (Daniel Guzmán)
Si Daniel Guzmán ha pecado de algo como actor ha sido de falta de pretensiones. La misma falta de pretensiones que acusa y hace triunfar a su debut como director. De su mano, el realismo torna en naturalismo, la adolescencia en gamberrradas y la vida de barrio se convierte en la gran aventura.

9. FOXCATCHER (Bennet Miller)
El autor de Capote y Moneyball vuelve a aplicar su extraña visión de las historias reales a un todavía más extraño mundo del deporte. Cada personaje sale de la convención, cada escena desafía la lógica, cada movimiento nos acerca más al mismo sitio que Cobeaga: por mucha épica que nos apliquenos, somos los que somos. Si ese es el detino, en el camino, la emoción profunda asoma.

8. UNA SEGUNDA MADRE (Anna Muylaert)
Sin duda, la película social del año. Aborda un tema apasionante y absolutamente presente en nuestras vidas: ¿se puede educar a alguien por dinero mientras dejas que otro eduque a tu hijo en tu país de origen? Una construcción notable y un alejamiento total de las simplezas y maniqueísmos dan lugar una peli tan alejada de Ken Loach como de Disney. Simplemente, preciosa.

7. EL DESAFÍO (Robert Zemeckis)
Pocas veces un director se ha identificado tanto como Zemeckis con el ridículo sueño de Philippe Petit. Cogiendo la misma historia que James Marsh nos trajo en formato documental en Man on a Wire, Zemeckis la transforma en ficción y en cinética, nos mueve la butaca hasta hacernos vivir su estúpida epopeya como si fuera nuestro propio trascendente sueño. El resultado es cine puro, arte y metáfora del arte.

6. TRUMAN (Cesc Gay)
Tras 3 ó 4 obras maestras consecutivas, Gay se arriesga abordando un tema totalmente alejado de su falta de pretensiones: la muerte. Pero la afronta a su manera, desmitificando, quitando importancia, añadiéndole el humor que tiene la vida y que a veces le falta al cine. Su talento en manos de Cámara y de Darín eleva los lacrimales hasta dejar un legado único.

5. BIRDMAN (Alejandro González Iñárritu)
La rotura para siempre del binomio Arriaga-Iñárritu ya es sólo una efeméride. De la mano de la cámara de Emmanuel Lubezki y de una pasión infinita por el riesgo y por la obra definitiva, Iñárritu se lanza a hacer teatro y hace el mejor cine.

4. EL DESCONOCIDO (Dani de Latorre)
La película de acción del año no viene de Hollywood, viene de Coruña. No tiene un héroe, tiene de protagonista a alguien que ha podido jodernos la vida. Ver esta película es una experiencia sensorial: te aferra a la butaca y te hace vivir una de las mejores intrigas de los últimos años. Con un solo escenario, con una trama que vas descubriendo, con la tragedia más cotidiana como la tragedia que más asola.

3. TURIST, FUERZA MAYOR (Ruben Östlund)
En un año sin Haneke, un sueco nos trajo el mejor cine de Haneke. De un solo golpe, pasa al mundo de Dos en la carretera, de Maridos y Mujeres, a la lista de oro de pelis sobre los matrimonios. Y lo hace con una fuerza tremenda, haciéndote replantear tus propias acciones, tus propias mentiras, riéndose de ti y de tu sombra. A veces te hace peor y el resultado te hace mejor. No puedes dejar de verla.


2. WHIPLASH (Damien Chazelle)
Sin duda, el evento cinematográfico del año. Una peli que se seguirá viendo y referenciando 30 años después como hoy se hace referencia continua en la calle al sargento de La chaqueta metálica. No sólo cuenta la verdad sobre cómo construir un crack, sino que lo hace adoptando el lenguaje de la música, hasta sentir de verdad cómo se hace música. No la olvidarás.


1. EL AÑO MÁS VIOLENTO (JC Chandor)
El mejor Lumet no es de Lumet. La mejor peli de cine negro no contiene gangsters. El mejor cine histórico no habla de historia. Tras un par de amagos de ser un maestro, Chandor arrasa con una deliciosa película que te mete de lleno en el NY de Giuliani, que se convierte en un continuo conflicto moral, en que los buenos y los malos siempre se quedan en medio. Una gozada, un clásico inmediato, que se seguirá analizando en los libros de historia.