El martes 24 y miércoles 25 han sido días grandes para nosotros. Hemos cumplido un sueño al compartirlo con los espectadores del Festival de Málaga. En lugar de deciros nuestras opiniones, os diremos algunas frases textuales del público durante el coloquio posterior:
"Muy bonita la peli. He llegado a casa muy contenta"
"Lo que más me ha gustado son los silencios. Es como en la vida real"
"La música es impresionante, maravillosa"
"Hoy mismo me ha ocurrido esto. Muchas gracias"
"Es una peli de verdad, diferente a todas"
"Me encantan los diálogos, es increíble que aguante feliz hora y media hablando"
"Los actores son buenísimos, aguantan toda la película"
"Consigue que te sientas ahí, con ellos"
"Es preciosa. Me ha encantado"
Como veis, dejan claro lo bonito que fue, la conexión entre la pantalla y las butacas, entre Cecilia, Juan y los espectadores. Fue algo precioso. Muchos espectadores acabaron contando su vida a partir de las de Cecilia y Juan. Y contaron lo más íntimo: sus miedos, sus inseguridades, sus experiencias. Hizo que en la sala se produjera un silencio absoluto. Como esas conversaciones en que de repente alguien cambia el tono y cuenta algo sumamente privado. Pues fue ese el territorio que pisamos, el terreno desde el que volamos.
No sé adónde llegaremos con esto, pero es algo que nos llevaremos para siempre.
miércoles, abril 25, 2012
domingo, abril 08, 2012
Cómo hacer una peli por 14.000 €
Últimamente todo el mundo me pregunta lo mismo: ¿cómo pudiste hacer un largo que cuesta 150 veces menos que una película media?
Me gustaría decir que tengo el secreto del Santo Grial. Pero no. Lo que sí tengo es una experiencia en que lo he hecho. Seguro que hay otras distintas, otras mejores. Pero ésta es la mía.
Y parte de una premisa: aunque esté de moda, bajar costes no consiste en reducir máquinas, en bajar el caché de los profesionales, en no pagar a nadie. Esa es la vía del fracaso seguro. Al menos para mí, la clave está en conseguir una historia que lo permita, que incluso lo favorezca. Por eso ésta es mi fórmula, éste es mi DECÁLOGO de cómo hacer una peli realmente barata:
1. Busca una historia diferente. Y cuando ya la has pensado, asegúrate de quitarle explosiones, persecuciones, efectos digitales.
2. Sitúala en lo que ya existe: la calle es gratis, tu casa también.
3. Crea un argumento que justifique tus imperfecciones. Ya puestos, que incluso lo eleve a norma de estilo.
4. Juega el arma que tú tienes y los ricos, no: encontrar la identificación del espectador.
5. Trabaja mucho, mucho el guión. Es lo único gratis.
6. Comprime el tiempo de la historia. Si logras tiempo real, logras realidad.
7. Menos es más. Cuantas menos escenas, más fuerza tiene cada una. Así que acércate lo más que puedas a tener una única escena.
8. Menos es más II. Cuantos menos personajes, mejor definido cada uno. Así que acércate lo más que puedas a tener un único personaje.
9. El cine es glamour: pónselo. No hace falta pasta, se puede conseguir con trajes adecuados, peinados cuidados y paisajes bonitos.
10. Encuentra unos profesionales excelentes. Tú ni sabes, ni puedes hacerlo todo, contrata a especialistas que corrijan todos tus defectos.
Todo ello no asegura una buena peli. Pero puede permitirlo, puede que el coste deje de ser el único factor por el que no te lanzas a la piscina. Ahora ya no tienes excusa.
http://www.facebook.com/CeciliayJuan
lunes, marzo 12, 2012
SHAME (Steve McQueen): 9
Hace 2 años hablé de una película que me parecía estupenda, pero que no se la recomendaba a nadie. Era "After", de Alberto Rodríguez. Con "Shame" me ocurre lo mismo, sólo que llega mucho más lejos. En excelencia y en tema.
"Shame" es directamente la mejor película del año. No puede caber duda. En un año excelente, en una cosecha magnífica, "Shame" se sale de ella por cine y por hondura. Por calidad y por profundidad. Si "La invención de Hugo", "Los descendientes" o "The Artist" consiguen apasionar en forma y fondo, "Shame" va más lejos, quedará para la posteridad. Se hablará de ella dentro de 40 años como hoy se habla de "El último tango en París".
Porque lo de menos es el sexo. La profusión de penes y vulvas no es sino la forma elegida para hablar de la soledad del hombre moderno, de la necesidad de enfermarse para salir de sí mismo, de la fuga desesperada de sus raíces para acabar buscándolas con todavía mayor desesperación.
Y McQueen lo logra como lo lograba en "Hunger". Logra transmitir la prisión interior en que vive Brandon con los mismos mecanismos que en su opera prima: un guión de hierro y la mejor puesta en escena del momento. El guión de hierro confiere fuerza a todos sus personajes, da carácter alegórico a todas las decisiones, consigue con cada mínimo gesto una representación visual de algo superior, convierte en circular lo que es salto al abismo. La puesta en escena eleva ese guión hasta la categoría de arte. Así, no sólo te crees el sexo, te crees todavía más escenas tan triviales como la conversación banal en el restaurante, el duelo de miradas en el metro o el paseo con la doncella que le puede rescatar de su particular almena. Pero no sólo te las crees, se convierten en la vida más real y tangible, la que vives fuera y que se convierte en maravillosa rutina en el cine.
Con todos esos ingredientes y un actor en absoluto estado de gracia, McQueen te lleva a sufrir una experiencia insufrible. De la que sales golpeado, queriendo a un ser desagradable, viviendo su vida con el mismo entusiasmo que la tuya.
No sé si debes ver "Shame", lo que sí sé es que "Shame" es cine del que durará para siempre.
viernes, febrero 24, 2012
LA INVENCIÓN DE HUGO (Martin Scorsese): 9
Es difícil saber lo que sintieron los primeros espectadores que se metieron en una sala oscura. Es complicado entender lo que debieron vivir cuando se encendió la pantalla y apareció un nuevo tipo de vida. Scorsese logra que lo entiendas.
Y es que por más veces que hayas ido, Scorsese logra que sientas como si fuera tu primera vez.
Lo hace gracias a un 3D con todo el sentido, que multiplica la imagen dando profundidad y atmósfera al texto. Lo hace gracias a una dirección artística que hace que nunca sepas dónde la frontera entre lo real y lo digital, entre lo asible y lo inasible, entre la vida y el sueño. Lo hace gracias a una historia tan plena de cinefilia y amor que hace que el género familiar adquiera por fin un significado positivo. Lo hace gracias a un guión de hierro, que se mezcla y se entremezcla como las historias míticas de toda la vida. Lo hace gracias a una dirección que logra romper cualquier barrera de lo antes conocido.
El resultado es la película más mágica que recuerdo. Una suma de sentimientos infantiles y amor adulto, que se queda en tu corazón y se disfruta con los ojos y el alma desnuda. Un alma desnuda que queda vestida durante 2 horas inolvidables.
domingo, enero 15, 2012
THE ARTIST (Michael Hazanavicius): 8,5
Lo mejor que te puede pasar ante esta película es que confíes en ella. Que te dejes llevar.
Yo lo confieso: se la recomiendo a cualquiera. Pero te ocultaría una parte decisiva de su forma. Y lo haría pensando en ti. Porque si no, no vas a atreverte a verla. Y tienes que verla.
No es verla, es sentirla. Es meterte en otra época, es ser carne de cine, de "cine de verdad", del de antes.
El mejor cine probablemente se haga ahora, pero "el cine" siempre será el cine clásico. Y "The Artist" logra que te metas dentro de él y vivas como si fueras una estrella de las de antes. Lo hace dominando todas las claves. Un guión notable, que se mueve entre la reactivación del melodrama de siempre y la inclusión de las anécdotas de las vidas reales de sus actores. Unos personajes antagónicos pero que no dejan de ser preciosos, destinados a encontrarse y encontrarnos. Una fotografía que encuentra luz, contraluz y metáforas en casi todos los planos. Y lo mejor, un ritmo bestial, que nos recuerda que el cine sobre todo nace para entretener, para evadir, para emocionarse.
Y The Artist lo encuentra. De la sala sales entretenido, evadido, emocionado. Feliz. Como en el cine de siempre.
DRIVE (Nicolas Winding Refn): 7,5
Lo primero que sorprende en "Drive" es su estética ochentera. Pero puestos a asumir dicha imagen, ni siquiera elige la de Spielberg, hace como Tarantino y se va a por lo peor para hacer de lo mejor. Así en pantalla, vemos deslizarse la filmografía de Adrian Lyne o de Jerry Bruckheimer.
El hito llega ya con esos títulos directamente robados de lo más kitsch, de Flashdance.
Todo sirve para darle un aspecto único a un personaje y una secuencia inicial apasionantes. A partir de ahí, nos metemos en un trama que intenta ser "Le samouraï", pero olvida que eso supone lograr la precisión en el guión de Melville.
Pero entre imágenes alucinantes y secuencias de acción sublimes, llegamos a un último tercio en que, queriendo convertirse en Cronenberg, a Nicolas Winding Refn, se le va la mano con la violencia. Y donde quiere ser seco resulta gore. Donde quiere resultar brutal, resulta desagradable.
Ese tercio final, pleno de incoherencias de guión, lastra gran parte de los logros de una película de arte y ensayo que quiere ser para todos los públicos. De una película para todos los públicos que quiere ser de arte y ensayo.
El hito llega ya con esos títulos directamente robados de lo más kitsch, de Flashdance.
Todo sirve para darle un aspecto único a un personaje y una secuencia inicial apasionantes. A partir de ahí, nos metemos en un trama que intenta ser "Le samouraï", pero olvida que eso supone lograr la precisión en el guión de Melville.
Pero entre imágenes alucinantes y secuencias de acción sublimes, llegamos a un último tercio en que, queriendo convertirse en Cronenberg, a Nicolas Winding Refn, se le va la mano con la violencia. Y donde quiere ser seco resulta gore. Donde quiere resultar brutal, resulta desagradable.
Ese tercio final, pleno de incoherencias de guión, lastra gran parte de los logros de una película de arte y ensayo que quiere ser para todos los públicos. De una película para todos los públicos que quiere ser de arte y ensayo.
LE HAVRE (Aki Kaurismaki): 6,5
Algunas películas son aclamadas por venir de donde vienen. Yo mismo a veces tengo la tentación de aclamar lo que viene aclamado. El problema es cuando en la sala apenas se oyen risas, al salir apenas se ven lágrimas.
Es es el caso de "Le Havre". No es una mala película. Es más, el ganador de la Palma de Oro en Cannes ha facturado una película humilde, bonita, interesante. Una película optimista que se agradece en estos tiempos de dramas humanos y terrores cinematográficos.
Pero no es más que eso. Porque se trata claramente de una película pequeña y previsible. Sí, es humana, es curiosa y es de Kaurismaki, pero aunque nos empeñemos en lo contrariono es mucho más que eso.
Es es el caso de "Le Havre". No es una mala película. Es más, el ganador de la Palma de Oro en Cannes ha facturado una película humilde, bonita, interesante. Una película optimista que se agradece en estos tiempos de dramas humanos y terrores cinematográficos.
Pero no es más que eso. Porque se trata claramente de una película pequeña y previsible. Sí, es humana, es curiosa y es de Kaurismaki, pero aunque nos empeñemos en lo contrariono es mucho más que eso.
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