Como consecuencia, el paciente sufre un síntoma claro: empalagamiento. He ingerido azúcar hasta provocarme la diabetes. Y la conclusión es clara, cuanto más se aleja uno del género, más encuentra lo que busca. Y al alejarme puramente del género, he encontrado una joya, algo que combina comedia, dramatismo, nostalgia y glamour. Una sinfonía que me permite incluir diferentes variaciones en función del momento vital de los protagonistas.
Se trata nada más y nada menos que de Henry Mancini.
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