jueves, agosto 28, 2008

GARAGE (Lenny Abrahamson): 6,5


Hay no pocas similitudes entre la triunfante casa de Parque Vía y este Garage. Ambas apuestan por un cine a contracorriente. Pero también ambas pretenden hacerse subir a su cine al espectador que navega a favor de corriente.

Sus opciones son similares. Basan todo su metraje en un solo protagonista. Y lo hacen no buscando a un ganador, ni siquiera a un perdedor. Escogen a alguien que pasa desapercibido por la vida. Alguien sin virtudes ni defectos notables. De profesiones tan poco glamourosas como cuidador de casa o gasolinero. De negocios en vía de extinción. Ambas representan a un mundo que está a punto de desaparecer, un mundo sin exigencias ni estrés, un mundo sin autoengaño ni postales.

Tanto Beto como Josie son felices. Lo son pese a que podrían no serlo. Lo son porque lo son. Y como lo son, lo quieren seguir siendo. Ahí está su lucha. No hacen falta heroicidades hiperbólicas, la permanencia de sus rutinas unida a una empatía a prueba de bomba aseguran la conversión de su vida en heroísmo.

Pero si tanto en estas vías como en su apuesta estética, Rivero y Abrahamson se solapan, Parque Vía se atreve a eludir el sentimentalismo y los excesos justo cuando el irlandés pierde la confianza en la rutinariedad de la trama. Por eso, Enrique Rivero lleva su película a los triunfos en festivales y consigue la verdadera emoción del público. Por eso Abrahamson participa sin ganar en esos festivales y logra sonrisas complacientes.

Por eso ambas merecen la pena. Pero una pasará a la historia, y a la otra la historia se la comerá.

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