Año a año, obra a obra, se confirma que Miguel Albaladejo es uno de los mejores directores de España.
Si en sus colaboraciones con Elvira Lindo, nos ha entregado personajes irresistibles y carcajadas encadenadas, con la independencia, ha perdido (algo) en risas para ganar (algo) en emociones. En lo que no ha cambiado es en el oficio, en su visión siempre tierna, coherente y caleidoscópica de los personajes, en su entendimiento de sus razones para mostrarlos tal y como son. Tan cercanos como reales, tan queribles como odiables.
Así, aun cuando toma un texto y una biografía tan plausible de hagiografía como el de la vida de "El Pera", Albaladejo es capaz de mostrar al delincuente que fue y al niño que no fue. Y para eso, nos deja ver una familia que huele a verdad, con un padre al que le duelen las hostias que le damás que al hijo, con una madre que justifica lo injustificable si viene de su niño, con unas hermanas que le admiran con egoísmo material, con un hijo que trata de llamar la atención a doscientos por hora y sin cinturón.
Gracias a esa verdad, transmitida con humor y emoción, y obviando el aprendizaje y el aburrido crecimiento posterior, disfrutamos de su vida con el interés de las grandes historias. Porque es una historia pequeña, Albaladejo consigue que sea grande. Consigue volver a hacernos llorar. Consigue que volvamos a esperar su próxima cita anual.
domingo, enero 22, 2006
EL JARDINERO FIEL (Fernando Meirelles): 6,5
No puedo evitarlo. Siempre me ocurre lo mismo. Las pequeñas historias me producen grandes emociones, y las grandes, pequeñas. Así que ya aviso. Si todo lo digo es siempre subjetivo, en el caso de esta intachable película, todavía lo será más.
Y es que en la barbaridad de lo que cuenta "El jardinero fiel" encuentro en la razón más argumentos que en las sensaciones. Si me pongo analizarla fríamente, le encuentro virtudes, coherencia y maestría actoral, pero si me pongo a vivirla, tengo que volver a recurrir al análisis para engrandecerla.
Y no es que sea aburrimiento lo que me provoca esta segunda obra de Meirelles. Todo lo contrario, su metraje circula con precisión y avance lógico, y se sigue con más interés que vibración. El problema radica en el tema elegido. La denuncia de la industria farmacéutica y su impacto en cientos de millones de personas es de tal obviedad y tan grandes dimensiones que resulta excesiva para mi mundo minúsculo, que difícilmente puede condensarse en un par de gráficas imágenes. Y es ahí, en la ausencia de un elemento pequeño de identificación donde la película se convierte más en un thriller político de altas esferas que en un drama intimista y sentimental. Eso queda marcado adicionalmente por una fotograría que se acerca a lo turístico, disfrutando más de los planos generales que de los primeros planos. Y eso va en contra de la película. Porque si algo brilla, aparte de una excelente puesta en escena, es la vulnerabilidad y fuerza que dan Fiennes y Weisz a sus papeles. De ellos nacen los mejores momentos, los instantes íntimos, los que cuentan pequeñas cosas, los que dejan huella en la memoria y rozan las emociones.
Y es que en la barbaridad de lo que cuenta "El jardinero fiel" encuentro en la razón más argumentos que en las sensaciones. Si me pongo analizarla fríamente, le encuentro virtudes, coherencia y maestría actoral, pero si me pongo a vivirla, tengo que volver a recurrir al análisis para engrandecerla.
Y no es que sea aburrimiento lo que me provoca esta segunda obra de Meirelles. Todo lo contrario, su metraje circula con precisión y avance lógico, y se sigue con más interés que vibración. El problema radica en el tema elegido. La denuncia de la industria farmacéutica y su impacto en cientos de millones de personas es de tal obviedad y tan grandes dimensiones que resulta excesiva para mi mundo minúsculo, que difícilmente puede condensarse en un par de gráficas imágenes. Y es ahí, en la ausencia de un elemento pequeño de identificación donde la película se convierte más en un thriller político de altas esferas que en un drama intimista y sentimental. Eso queda marcado adicionalmente por una fotograría que se acerca a lo turístico, disfrutando más de los planos generales que de los primeros planos. Y eso va en contra de la película. Porque si algo brilla, aparte de una excelente puesta en escena, es la vulnerabilidad y fuerza que dan Fiennes y Weisz a sus papeles. De ellos nacen los mejores momentos, los instantes íntimos, los que cuentan pequeñas cosas, los que dejan huella en la memoria y rozan las emociones.
viernes, enero 20, 2006
LOS CÓRDOBAS DE ORO
Los Córdobas de Oro siguen vivitos y coleando. Os paso el estado de vuestras votaciones, para que conozcáis cómo va y podáis seguir siendo los dueños del destino de estos productos.
MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA
Million Dollar Baby (Clint Eastwood): 20%
Hierro 3 (Kim ki Duk)
Match Point (Woody Allen): 20%
Entre copas (Alexander Payne): 60%
Código 9 (Michael Winterbottom)
Hierro 3 (Kim ki Duk)
Match Point (Woody Allen): 20%
Entre copas (Alexander Payne): 60%
Código 9 (Michael Winterbottom)
MEJOR PELÍCULA ESPAÑOLA
No sos vos, soy yo (Juan Taratuto)
Para que no me olvides (Patricia Ferreira)
Habana Blues (Benito Zambrano)
El aura (Fabián Bielinski)
Princesas (Fernando León de Aranoa) 100%
Para que no me olvides (Patricia Ferreira)
Habana Blues (Benito Zambrano)
El aura (Fabián Bielinski)
Princesas (Fernando León de Aranoa) 100%
MEJOR DIRECTOR
Kim ki Duk (Hierro 3)
Woody Allen (Match Point) 100%
Fabián Bielinski (El aura)
David Cronenberg (Una historia de violencia)
Carlos Reygadas (Batalla en el cielo)
Woody Allen (Match Point) 100%
Fabián Bielinski (El aura)
David Cronenberg (Una historia de violencia)
Carlos Reygadas (Batalla en el cielo)
MEJOR ACTOR
Diego Peretti (No sos vos, soy yo)
Bruno Ganz (El hundimiento)
José García (Arcadia)
Guillermo Toledo (Seres queridos)
Thomas Haden Church (Entre copas)
Bruno Ganz (El hundimiento)
José García (Arcadia)
Guillermo Toledo (Seres queridos)
Thomas Haden Church (Entre copas)
MEJOR ACTRIZ
Hillary Swank (Million Dollar Baby)
María Ballesteros (Princesas)
Sharon Stone (Flores rotas)
Virginia Madsen (Entre copas) 100%
Marta Etura (Para que no me olvides)
María Ballesteros (Princesas)
Sharon Stone (Flores rotas)
Virginia Madsen (Entre copas) 100%
Marta Etura (Para que no me olvides)
MEJOR GUIÓN
Woody Allen (Match Point): 100%
Alexander Payne y Jim Taylor (Entre copas)
David Magee (Descubriendo nunca jamás)
Agnes Jaoui y Jean-Pierre Bacri (Como una imagen)
Frank Boyce Cottrell (Código 9)
Alexander Payne y Jim Taylor (Entre copas)
David Magee (Descubriendo nunca jamás)
Agnes Jaoui y Jean-Pierre Bacri (Como una imagen)
Frank Boyce Cottrell (Código 9)
MEJOR SECUENCIA
Los dos lados de la cama: Lucía Jiménez y Verónica Sánchez se cuelan en la clase de baile
Entre copas: Paul Giamatti y Virginia Madsen conversan sobre sus gustos en vino. 100%
Match Point: Jonathan Ryis Meyers intenta cargarse a una anciana.
Descubriendo nunca jamás: Los niños montan un espectáculo teatral para Kate Winslet.
Torrente 3: Santiago Segura quiere salvar a la tripulación de un avión.
Entre copas: Paul Giamatti y Virginia Madsen conversan sobre sus gustos en vino. 100%
Match Point: Jonathan Ryis Meyers intenta cargarse a una anciana.
Descubriendo nunca jamás: Los niños montan un espectáculo teatral para Kate Winslet.
Torrente 3: Santiago Segura quiere salvar a la tripulación de un avión.
MEJOR PERSONAJE
El abogado representado por Clive Owen (Closer): 50%
Peio, el pintor que se queda ciego (El cielo que nos gira)
La niña pija que se prostituye por rebelión (Batalla en el cielo): 50%
El antiterrorista Tim Robbins (La guerra de los mundos)
El escritor ególatra de Jean-Pierre Bacri (Como una imagen)
Peio, el pintor que se queda ciego (El cielo que nos gira)
La niña pija que se prostituye por rebelión (Batalla en el cielo): 50%
El antiterrorista Tim Robbins (La guerra de los mundos)
El escritor ególatra de Jean-Pierre Bacri (Como una imagen)
Smoking Room (Roger Gual y Julio Wallowits, 2003): 8
Relacionado con el último artículo de El cine y la Empresa, adjunto aquí la crítica de una peli que trata de combatir ese prejuicio de la industria cinematográfica contra la industria económica.
“Smoking Room” es un durísimo alegato contra la miseria humana y su muy especial desarrollo en la vida laboral. Se trata de una sucesión de diálogos apasionantemente reales, que muestran la espeluznante capacidad de los guionistas-directores para reproducir el lenguaje callejero, la soledad que acecha e inunda a los protagonistas, la crueldad de la insolidaridad para con los compañeros/¿amigos?, el pánico a lo desconocido y a lo que se cree conocido, las eternas contradicciones en las que sucumbimos. Contrariamente al 99% del resto del cine, “Smoking_Room” no refleja casi nunca de forma naïf y maniqueísta el entorno laboral. Vamos, que se nota que los directores alguna vez han trabajado… Sólo en alguna ocasión -la historia del desfalco de Juan Diego- cae en las obviedades de las luchas desiguales patrón-empleado, que han inundado el cine pasado de forma tan fehaciente como errónea. Porque las cosas no suelen ser así, las cosas grandes son suma de pequeñas cosas, de mínimos miedos que se transforman en inseguridades, de inseguridades que se transforman en obediencias, y de obediencias que se transforman en sumisión, y por tanto, en pérdida de libertad, en pérdida voluntaria de los derechos más elementales.
Pero Gual y Wallowits no son los únicos dueños de este éxito de transmisión de realidad. Si bien es cierto que ellos aportan oído y sensación de asfixia mediante un lenguaje visual y sonoro directo y bestial, su elenco de actores colabora de forma definitiva en el recrudecimiento del mensaje, en la implementación de esa realidad literaria. Todos ellos están sublimes, pero una vez más, las recreaciones de Antonio Dechent y Eduard Fernández alcanzan el cielo, la gloria local.
Lástima que toda la brillantez, todo el desasosiego y la grisura mostrada desaparezca con un final tan incoherente como sorprendente. Puede ser irónico, o simplemente reflejo de que el ser humano, aun con todo, también tiene momentos de luz y alegría, pero no viene a cuento mostrarlo así. Si quieres ser lo primero, vale con la canción sobre los títulos de crédito (sin partido de fútbol). Si quieres conseguir lo segundo, hazlo durante todo el metraje: haz como en la vida y mezcla risas con miserias, pero no engañes al espectador, y termines diciéndole que “Hoy puede ser un gran día”. Porque entonces, no le engaña sólo la empresa, ni se engaña sólo él, también le engaña el cine. Le engaña el cine una vez más.
“Smoking Room” es un durísimo alegato contra la miseria humana y su muy especial desarrollo en la vida laboral. Se trata de una sucesión de diálogos apasionantemente reales, que muestran la espeluznante capacidad de los guionistas-directores para reproducir el lenguaje callejero, la soledad que acecha e inunda a los protagonistas, la crueldad de la insolidaridad para con los compañeros/¿amigos?, el pánico a lo desconocido y a lo que se cree conocido, las eternas contradicciones en las que sucumbimos. Contrariamente al 99% del resto del cine, “Smoking_Room” no refleja casi nunca de forma naïf y maniqueísta el entorno laboral. Vamos, que se nota que los directores alguna vez han trabajado… Sólo en alguna ocasión -la historia del desfalco de Juan Diego- cae en las obviedades de las luchas desiguales patrón-empleado, que han inundado el cine pasado de forma tan fehaciente como errónea. Porque las cosas no suelen ser así, las cosas grandes son suma de pequeñas cosas, de mínimos miedos que se transforman en inseguridades, de inseguridades que se transforman en obediencias, y de obediencias que se transforman en sumisión, y por tanto, en pérdida de libertad, en pérdida voluntaria de los derechos más elementales.
Pero Gual y Wallowits no son los únicos dueños de este éxito de transmisión de realidad. Si bien es cierto que ellos aportan oído y sensación de asfixia mediante un lenguaje visual y sonoro directo y bestial, su elenco de actores colabora de forma definitiva en el recrudecimiento del mensaje, en la implementación de esa realidad literaria. Todos ellos están sublimes, pero una vez más, las recreaciones de Antonio Dechent y Eduard Fernández alcanzan el cielo, la gloria local.
Lástima que toda la brillantez, todo el desasosiego y la grisura mostrada desaparezca con un final tan incoherente como sorprendente. Puede ser irónico, o simplemente reflejo de que el ser humano, aun con todo, también tiene momentos de luz y alegría, pero no viene a cuento mostrarlo así. Si quieres ser lo primero, vale con la canción sobre los títulos de crédito (sin partido de fútbol). Si quieres conseguir lo segundo, hazlo durante todo el metraje: haz como en la vida y mezcla risas con miserias, pero no engañes al espectador, y termines diciéndole que “Hoy puede ser un gran día”. Porque entonces, no le engaña sólo la empresa, ni se engaña sólo él, también le engaña el cine. Le engaña el cine una vez más.
martes, enero 17, 2006
El cine y la empresa
Ya queda poco para que termine el efecto de “El método Grönholm” en sus vertientes teatral y cinematográfica. Todos los departamentos de Recursos Humanos lo están celebrando.
Durante estos meses, los amigos y enemigos no han dejado de preguntar si es real lo que representa la ficción, y por mucho que uno se esforzara, todas las explicaciones parecían excusas. Como aunque me apeteciera, si me pusiera a escribir aquí otra crítica más de su calidad artística, la mirarías con el mismo interés que a un folleto del cerrajero inserto en su buzón, me centraré más en sus mensajes que en las indudables risas que provoca.
El arte tiene una única forma de representar a las empresas. Y es una en la que no hay grises claros u oscuros, sólo hay blancos y negros, gente que exprime y gente que suda.Para los no iniciados, la obra de Jordi Galcerán plantea un proceso de selección de directivos, en el que se busca a aquel que sea peor persona, aquel al que no le tiemble el pulso a la hora de despedir a quien se ponga en el punto de mira, un hombre de paja en manos del accionista con el gatillo de Harry el Sucio y la inteligencia de Forrest Gump. Como aficionado a la ficción, admito que resulta interesante y cómica una competición en la que gana el peor. Pero como aficionado a las pelis basadas en hechos reales, hay que dejar claro que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Y lo peor es que el autor no está solo. El arte en general, y el español en particular, tiene una única forma de representar a las empresas. En la búsqueda fácil de empatía con el espectador asalariado, el teatro, la literatura y el cine nos han enseñado que el patrón es malo y el empleado es bueno. No hay grises claros u oscuros, sólo hay blancos y negros, gente que exprime y gente que suda.
Así, si el pobre empleado suele luchar contra la opresión ataviado con pantalones de pana, camisas de leñador y zapatos de mil usos, el empleador opta por trajes a medida, tirantes rojigualdas y pañuelo de seda demodé a juego con la corbata. Si el operario acude cada tarde al colegio a recoger a su niño y se sienta en su cama a leerle cuentos hasta que queda rendido, el único interés del directivo es contar el dinero y pegársela a su mujer con la secretaria. Si el subordinado se consola con su quinto sin ascensor, su destartalado Simca 1000 y sus libros de la calle Moyano, el jefe alardea de su chalet de diseño, su deportivo rojo y la aceitosa gomina con la que cubre hasta su bigotito. Si el concienciado sindicalista es de sonrisa grácil, mentalidad abierta y causas perdidas, el patrón capitalista tiene el gesto hosco, las ideas cerradas y el corazón de piedra. Si el bueno le da sal a la vecina, el malo la despide, la insulta y lo celebra con champán.
Y lo peor no es que este retrato sucediera en el cine de hace algunas décadas, de compromiso con la rebelión y banda sonora de Joan Baez. Lo peor es que el arte hoy presenta a la empresa del mismo modo que en los sesenta. Parece como si el arte siguiera lejos de la realidad laboral. Parece como si la endogamia de los artistas les alejara del mundo convencional, del mundo en el que no viven pero sí representan.
Sin embargo, todos los días leemos artículos acerca de la búsqueda de líderes innovadores, de directivos integradores, de gestores de ideas, de jefes que hacen crecer a sus subordinados, de personas que cuentan con personas. Hoy hablamos y practicamos la reputación corporativa, los valores y las competencias, los estilos de dirección, la prevención de riesgos laborales, la conciliación de la vida laboral y familiar, las jornadas flexibles, el desarrollo de las personas. Hoy tenemos claro que el único medio de seguir ganando dinero es generar sostenibilidad para el mundo, es generar mejores condiciones para el individuo, es unir al patrón y al empleado. Aunque en las pelis sigan poniendo tirantes y bigotito al patrón. Aunque en este lado de la pantalla sea la secretaria la que se la pega a su marido con el empleado.
Durante estos meses, los amigos y enemigos no han dejado de preguntar si es real lo que representa la ficción, y por mucho que uno se esforzara, todas las explicaciones parecían excusas. Como aunque me apeteciera, si me pusiera a escribir aquí otra crítica más de su calidad artística, la mirarías con el mismo interés que a un folleto del cerrajero inserto en su buzón, me centraré más en sus mensajes que en las indudables risas que provoca.
El arte tiene una única forma de representar a las empresas. Y es una en la que no hay grises claros u oscuros, sólo hay blancos y negros, gente que exprime y gente que suda.Para los no iniciados, la obra de Jordi Galcerán plantea un proceso de selección de directivos, en el que se busca a aquel que sea peor persona, aquel al que no le tiemble el pulso a la hora de despedir a quien se ponga en el punto de mira, un hombre de paja en manos del accionista con el gatillo de Harry el Sucio y la inteligencia de Forrest Gump. Como aficionado a la ficción, admito que resulta interesante y cómica una competición en la que gana el peor. Pero como aficionado a las pelis basadas en hechos reales, hay que dejar claro que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Y lo peor es que el autor no está solo. El arte en general, y el español en particular, tiene una única forma de representar a las empresas. En la búsqueda fácil de empatía con el espectador asalariado, el teatro, la literatura y el cine nos han enseñado que el patrón es malo y el empleado es bueno. No hay grises claros u oscuros, sólo hay blancos y negros, gente que exprime y gente que suda.
Así, si el pobre empleado suele luchar contra la opresión ataviado con pantalones de pana, camisas de leñador y zapatos de mil usos, el empleador opta por trajes a medida, tirantes rojigualdas y pañuelo de seda demodé a juego con la corbata. Si el operario acude cada tarde al colegio a recoger a su niño y se sienta en su cama a leerle cuentos hasta que queda rendido, el único interés del directivo es contar el dinero y pegársela a su mujer con la secretaria. Si el subordinado se consola con su quinto sin ascensor, su destartalado Simca 1000 y sus libros de la calle Moyano, el jefe alardea de su chalet de diseño, su deportivo rojo y la aceitosa gomina con la que cubre hasta su bigotito. Si el concienciado sindicalista es de sonrisa grácil, mentalidad abierta y causas perdidas, el patrón capitalista tiene el gesto hosco, las ideas cerradas y el corazón de piedra. Si el bueno le da sal a la vecina, el malo la despide, la insulta y lo celebra con champán.
Y lo peor no es que este retrato sucediera en el cine de hace algunas décadas, de compromiso con la rebelión y banda sonora de Joan Baez. Lo peor es que el arte hoy presenta a la empresa del mismo modo que en los sesenta. Parece como si el arte siguiera lejos de la realidad laboral. Parece como si la endogamia de los artistas les alejara del mundo convencional, del mundo en el que no viven pero sí representan.
Sin embargo, todos los días leemos artículos acerca de la búsqueda de líderes innovadores, de directivos integradores, de gestores de ideas, de jefes que hacen crecer a sus subordinados, de personas que cuentan con personas. Hoy hablamos y practicamos la reputación corporativa, los valores y las competencias, los estilos de dirección, la prevención de riesgos laborales, la conciliación de la vida laboral y familiar, las jornadas flexibles, el desarrollo de las personas. Hoy tenemos claro que el único medio de seguir ganando dinero es generar sostenibilidad para el mundo, es generar mejores condiciones para el individuo, es unir al patrón y al empleado. Aunque en las pelis sigan poniendo tirantes y bigotito al patrón. Aunque en este lado de la pantalla sea la secretaria la que se la pega a su marido con el empleado.
domingo, enero 15, 2006
Asuntos pendientes (Olivier Marchal): 7,5
El thiller es un género gastado. El efecto que sobre él produjeron los seguidores de las excelentes "El silencio de los corderos", "Seven" y "Pulp Fiction" provocó una oleada de películas de usar y tirar, de películas hechas con plantilla. Protagonistas torturados, antagonistas psicópatas, atmósferas lluviosas, verbo grácil e irónico, un crimen cada quince minutos, un secuestro como punto de giro hacia el desenlace, y un enfrentamiento final siempre resuelto en pro del protagonista que, del mismo modo, liberaba sus traumas, encaminaba una nueva vida y nos echaba plomo en los párpados.
Este desgaste fue soslayado por una película a contracorriente del resto, y que hacía que pudiéramos distinguir más claramente la paja del heno: "Memento", cuyas continuaciones en la pluma y la claqueta de Christopher Nolan permiten que los desconfiados sigan viendo una luz al final del túnel del género. "Asuntos pendientes" nos acerca un poco más a esta luz.
Y es que al revés que en todos esos productos de productor, en "Asuntos pendientes" hay historia para contar muchas historias. Hay tantas historias que en algún momento parece acusar un inexistente origen de novela. Se ha hecho tanto esfuerzo en la escritura que hay tantas tramas y subtramas que se entremezclan para volverse a separar que podía haber dado lugar a un gran drama de vidas cruzadas, pero Marchal, Mancuso y Rappeneau optan por la concentración como medio de suma de interés, escogen la vía del enfrentamiento entre los personajes de Auteil y Dépardieu como vía de multiplicación de la intriga.
Así, el duelo entre estos dos polis de vaso corto y pistola larga se vuelve tan real como el fondo de aspiraciones laborales que aborda. Esas intrigas nada palaciegas están tan bien introducidas que acabamos viéndolo como una metáfora de cualquier trabajo, como un enfrentamiento entre el trepa de toda la vida y el que no quiere ascender, pero sí hacerlo bien. Y es ahí donde se descompensa, de su virtud de buscar personajes profundos nace el mayor de sus defectos: Depardieu no defiende un personaje, sino un esquematismo cercano al de los thrillers de los que huye. Eso quizá resta credibilidad, pero no evita que la intriga siga disparándose. Que los tiroteos parezcan de "Heat" y los conflictos de drama francés. Que nos comamos las uñas mientras comprendemos y queremos a Auteil y sus secuaces. Que disfrutemos de un thriller de los siempre y no de los de antes.
jueves, enero 12, 2006
Las mejores películas del Holocausto
Para culminar estas fechas de armonía y felicidad, propongo que pensemos todos juntos en un tema que a todos nos ilumina y nos llena de alegría: el Holocausto nazi. Ese acto en el que, según la leyenda urbana que circula entre gordos vestidos con bombers, pelo y cerebro rapado, se encontró una lata de Coca-Cola en Auschwitz.
Fuera de coñas, el cine se ha ocupado muchas veces de esta atrocidad, aprovechando para lanzarnos mensajes morales, llenar cajas fuertes y publicitar estrellas de David. Y tanto Hollywood como el cine europeo, lo ha hecho con mucha brillantez, proponiendo algunas obras reveladoras. Propón tú alguna o vota tú cuál te parece la mejor de entre las siguientes:
-El pianista (Roman Polanski, 2003)
-La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993)
-La gran escapada (John Sturges, 1962)
-Vencedores o vencidos (Stanley Kramer)
-La vida es bella (Roberto Benigni, 2000)
-El hundimiento (Oliver Hirchsbiegel, 2005)
-Ilusiones de un mentiroso (Peter Kassovtiz, 1999)
-Feliz Navidad (Christian Caron, 2005)
-La tregua (Francesco Rossi, 1997)
-Mother Night (Keith Gordon, 1996)
-Amén (Costa Gavras, 2004)
-Shoah (Claude Lanzmann, 2002)
-El tren de la vida (Radu Milhaeanu, 1999)
-Noche y Niebla (Alain Resnais, 1956)
-La decisión de Sofie (Alan J. Pakula, 1982)
-Hotel Terminus (Marcel Ophuls, 1969)
-The sorrow and the pity (Marcel Ophuls, 1971)
Fuera de coñas, el cine se ha ocupado muchas veces de esta atrocidad, aprovechando para lanzarnos mensajes morales, llenar cajas fuertes y publicitar estrellas de David. Y tanto Hollywood como el cine europeo, lo ha hecho con mucha brillantez, proponiendo algunas obras reveladoras. Propón tú alguna o vota tú cuál te parece la mejor de entre las siguientes:
-El pianista (Roman Polanski, 2003)
-La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993)
-La gran escapada (John Sturges, 1962)
-Vencedores o vencidos (Stanley Kramer)
-La vida es bella (Roberto Benigni, 2000)
-El hundimiento (Oliver Hirchsbiegel, 2005)
-Ilusiones de un mentiroso (Peter Kassovtiz, 1999)
-Feliz Navidad (Christian Caron, 2005)
-La tregua (Francesco Rossi, 1997)
-Mother Night (Keith Gordon, 1996)
-Amén (Costa Gavras, 2004)
-Shoah (Claude Lanzmann, 2002)
-El tren de la vida (Radu Milhaeanu, 1999)
-Noche y Niebla (Alain Resnais, 1956)
-La decisión de Sofie (Alan J. Pakula, 1982)
-Hotel Terminus (Marcel Ophuls, 1969)
-The sorrow and the pity (Marcel Ophuls, 1971)
Sólo un beso (Ken Loach, 2005): 5,5
"Sólo un beso" me parece que es un Ken Loach que se autoplagia para volverse a plagiar. Y lo peor es que no sólo lo hace en la forma o en fondo, no sólo es reiterado en su mensaje y en su estilo, sino que esta vez también lo hace en el libreto del que parte.
Distingo claramente las pelis de Ken Loach entre aquéllas que escribe Laverty y en las que no lo hace. Y ésta parece una de las segundas. Todavía no comprendo como el habitualmente insigne novio de Icíar Bollaín ha podido perpetrar este Romeo y Julieta actualizado, este manual de conflictos previsibles al que sólo le confiere vida la maravillosa actriz protagonista. Por más que busqué virtudes, no encontré más que un esquemático melodrama romántico hollywoodiense de amores imposibles, en el que todos los cambios se reducen al de situarla en Glasgow en
lugar de Los Ángeles. Analízalo con seriedad y verás que no estamos tan lejos de "Mi gran boda griega"...
Seguro que vuelve el autor de "Pan y rosas", "Mi nombre es Joe" o "Sweet Sixteen"... Y seguro que Ken Loach vuelve a llevarlo a la pantalla del único modo que sabe.
Distingo claramente las pelis de Ken Loach entre aquéllas que escribe Laverty y en las que no lo hace. Y ésta parece una de las segundas. Todavía no comprendo como el habitualmente insigne novio de Icíar Bollaín ha podido perpetrar este Romeo y Julieta actualizado, este manual de conflictos previsibles al que sólo le confiere vida la maravillosa actriz protagonista. Por más que busqué virtudes, no encontré más que un esquemático melodrama romántico hollywoodiense de amores imposibles, en el que todos los cambios se reducen al de situarla en Glasgow en
lugar de Los Ángeles. Analízalo con seriedad y verás que no estamos tan lejos de "Mi gran boda griega"...
Seguro que vuelve el autor de "Pan y rosas", "Mi nombre es Joe" o "Sweet Sixteen"... Y seguro que Ken Loach vuelve a llevarlo a la pantalla del único modo que sabe.
miércoles, enero 11, 2006
No sólo de cine vive el hombre
Nuestra centralita está bloqueada. No cejan las llamadas, pidiendo nuevos contenidos para nuestro blog. Y es que al blog con el público más culto de la Red no se le contenta sólo con cine. Aparte de comer pan, pizza, hamburguesas, sushi y cine, necesita aumentar sus dioptrías leyendo algo más que folletos y revistas del corazón. Por eso, solicita saber cuáles son los mejores libros del año, algo que leer en estos tiempos de refrescos light y drogas de diseño, de entretenimiento visual y consejos de autoayuda, algo que salve almas y descoyunte mandíbulas. Podéis encontrarlo en:
http://travellingpicture.blogspot.com/2006/01/top-10-los-mejores-libros-del-2005.html
http://travellingpicture.blogspot.com/2006/01/top-10-los-mejores-libros-del-2005.html
domingo, enero 08, 2006
La guerra de los mundos (Steven Spielberg): 4,5
NANDS, ésta es mi respuesta a tu propuesta de "La guerra de los mundos" como mejor película del año. Lo peor no es sólo que lo digas tú. Lo peor es que el fast food restaurant donde la proyectaban a 5,5 €, los espectadores la vituperaban tanto como a los nachos que ingerían, o a la Coca-Cola que sorbían con decibelios por encima de los efectos sonoros.
En mi opinión, no es que carezca de lógica interna en alguna secuencia, no es que el montaje haya podido podar parte del árbol de la trama, es que no tiene coherencia en absolutamente nada. Admiro, venero a David Koepp, especialmente poresas dos obras maestras que son "Atrapado por su pasado" y "El efecto dominó", pero el de "La guerra de los mundos" es uno de los guiones más infames que he visto en mucho tiempo. No existen los personajes, no existe el argumento, no existe relación entre loshechos, no existe nada más que el artificio y elsentimentalismo. Creo que sólo hay una escena salvable (en la casa de Tim Robbins) y está directamente copiada de "Parque jurásico". ¿Cuándo se va a decir que el ochenta por ciento de las pelis de Spielberg son una auténticamierda? ¿Cuándo se va a decir que es un horrendo director de actores? ¿Cuándo se va a olvidar de introducir niños de los que sus padres pasan?
En mi opinión, no es que carezca de lógica interna en alguna secuencia, no es que el montaje haya podido podar parte del árbol de la trama, es que no tiene coherencia en absolutamente nada. Admiro, venero a David Koepp, especialmente poresas dos obras maestras que son "Atrapado por su pasado" y "El efecto dominó", pero el de "La guerra de los mundos" es uno de los guiones más infames que he visto en mucho tiempo. No existen los personajes, no existe el argumento, no existe relación entre loshechos, no existe nada más que el artificio y elsentimentalismo. Creo que sólo hay una escena salvable (en la casa de Tim Robbins) y está directamente copiada de "Parque jurásico". ¿Cuándo se va a decir que el ochenta por ciento de las pelis de Spielberg son una auténticamierda? ¿Cuándo se va a decir que es un horrendo director de actores? ¿Cuándo se va a olvidar de introducir niños de los que sus padres pasan?
viernes, enero 06, 2006
Recomendaciones para el sofá -Películas 2005
Como resumen del ejercicio 2005, si estás en tu sofá y te apetece ver una peli, éstas son mis recomendaciones, en función de tu momento vital:
-Si estás en una resaca tal que tu única habilidad manual es abrir los cartones de paracetamol: ARCADIA.
-Si estás en uno de ésos días en que tu cuerpo sufre convulsiones internas parecidas a las mareas y te apetece llorar sin parar: DESCUBRIENDO NUNCA JAMÁS.
-Si estás con tu novio/a y os apetece reíros juntos sin sentiros culpables: NO SOS VOS, SOY YO.
-Si estás convencido del problema que supone la educación, pero comienzas a ver a los adolescentes muy lejos de tu senectud: SIETE VÍRGENES.
-Si quieres enseñar a los demás la carátula y presumir de intelectual, sin necesidad de aburrirte: HIERRO 3.
-Si pretendes dejarte crecer la barba y la sensbilidad, y dar imagen de concienciado y solidario, sin necesidad de ponerte un tatuaje del Che: LAS TORTUGAS TAMBIÉN VUELAN.
-Si quieres gozar y descubrir buena música, sin financiar la piratería: HABANA BLUES.
-Si quieres atreverte a descubrir algo distinto, pero no demasiado distinto: CÓDIGO 46.
-Si te quieres reír con los amigos, sin insultarlos necesariamente: ENTRE COPAS.
-Si te apetece reírte de los hombres con tus amigas, contaros vuestros polvos.
-Si, como quien no quiere la cosa, se te va la mano de forma inconsciente sobre tus propios genitales: LA DAMA DE HONOR.
-Si después de una primera noche de pasión, no sabes qué decirle al día siguiente y quieres el vídeo como mera excusa de aproximación: COMO UNA IMAGEN.
-Si quieres ver una de intriga en la que dejes tus uñas en el sofá: MATCH POINT.
-Si quieres disfrutar del buen cine: MILLION DOLLAR BABY.
¿Y cuáles son las tuyas? ¿Tienes alguna recomendación para algún momento especial? ¿Quizás algo para dormir la siesta después de comer? ¿Algo para poner de fondo y evitar el sonido del silencio? ¿Algo para poner cuando irrumpa una persona mientras ves a escondidas "El diario de Patricia"?
-Si estás en una resaca tal que tu única habilidad manual es abrir los cartones de paracetamol: ARCADIA.
-Si estás en uno de ésos días en que tu cuerpo sufre convulsiones internas parecidas a las mareas y te apetece llorar sin parar: DESCUBRIENDO NUNCA JAMÁS.
-Si estás con tu novio/a y os apetece reíros juntos sin sentiros culpables: NO SOS VOS, SOY YO.
-Si estás convencido del problema que supone la educación, pero comienzas a ver a los adolescentes muy lejos de tu senectud: SIETE VÍRGENES.
-Si quieres enseñar a los demás la carátula y presumir de intelectual, sin necesidad de aburrirte: HIERRO 3.
-Si pretendes dejarte crecer la barba y la sensbilidad, y dar imagen de concienciado y solidario, sin necesidad de ponerte un tatuaje del Che: LAS TORTUGAS TAMBIÉN VUELAN.
-Si quieres gozar y descubrir buena música, sin financiar la piratería: HABANA BLUES.
-Si quieres atreverte a descubrir algo distinto, pero no demasiado distinto: CÓDIGO 46.
-Si te quieres reír con los amigos, sin insultarlos necesariamente: ENTRE COPAS.
-Si te apetece reírte de los hombres con tus amigas, contaros vuestros polvos.
-Si, como quien no quiere la cosa, se te va la mano de forma inconsciente sobre tus propios genitales: LA DAMA DE HONOR.
-Si después de una primera noche de pasión, no sabes qué decirle al día siguiente y quieres el vídeo como mera excusa de aproximación: COMO UNA IMAGEN.
-Si quieres ver una de intriga en la que dejes tus uñas en el sofá: MATCH POINT.
-Si quieres disfrutar del buen cine: MILLION DOLLAR BABY.
¿Y cuáles son las tuyas? ¿Tienes alguna recomendación para algún momento especial? ¿Quizás algo para dormir la siesta después de comer? ¿Algo para poner de fondo y evitar el sonido del silencio? ¿Algo para poner cuando irrumpa una persona mientras ves a escondidas "El diario de Patricia"?
Todas las películas de 2005 - Puntuación
Por si quieres alquilar, comprar un DVD o simplemente, verla por la tele, supongo que pasarás de ella, pero aún así, he aquí mi opinión sobre las películas estrenadas en 2005:
ALGO EN COMÚN: 6. Intento de “Beautiful girls” desequilibrado.
AMERICAN SPLENDOR: 7. Curiosa y graciosa mezcla de formatos.
ARCADIA: 7,5. Vibrante, divertida y negra.
EL AURA: 8. Thriller de precisión milimétrica.
EL AVIADOR: 8. Estimulante viaje hacia la autodestrucción.
BATALLA EN EL CIELO: 5,5. Exasperante por lenta y subversiva.
BUENOS DÍAS, NOCHE: 6. Intento de thriller realista. Drama onírico.
CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE: 6. Graciosa y original.
EL CIELO GIRA: 6,5. Preciosa y humanista desaparición de un pueblo.
CLOSER: 7,5. Teatro filmado que no se avergüenza de serlo.
CÓDIGO 46: 8,5. Thriller increíblemente romántico.
COMO UNA IMAGEN: 8. Tierna, sencilla y divertida. Nada francesa.
CONTRA LA PARED. 7. Forma excesiva y brutal para contenido normal.
LOS CHICOS DEL CORO: 3. Melosa, tópica y previsible.
LA DAMA DE HONOR: 7. Chabrol en estado puro. Morbosa e intrigante.
DENTRO DE GARGANTA PROFUNDA: 7,5. Divertida y emotiva.
DESCUBRIENDO NUNCA JAMÁS: 8,5. La peli más emotiva del año.
LOS DOS LADOS DE LA CAMA: 6,5. Secuela más exagerada.
ENTRE COPAS: 9. Graciosísimos y entrañables antihéroes.
FERNANDO Y CAROLINA: 5,5. La incorrección hace gracias alargadas.
FLORES ROTAS: 7. Desternillante patetismo vital.
LA GUERRA DE LOS MUNDOS: 4,5. Brillantez visual,horror argumental.
HABANA BLUES: 8. Humanista crónica musical que llega al alma.
HEROÍNA: 6,5. Una madre coraje creíble. Excelentes interpretaciones.
HIERRO 3: 8,5. Liberación y amor mudo. Graciosa y poética.
EL HUNDIMIENTO. 6,5. Levanta tantas expectativas que no las cumple.
LA INTÉRPRETE: 7,5. Thriller político al más puro estilo Pollack.
KINSEY: 7,5. Logradísimo biopic, entrañable, emotivo. Muy humano.
LILA DICE: 5,5. Morbo no satisfecho. Dirección de primerizo.
MALAS TEMPORADAS: 7. Cruce de historias que explica la vida de hoy.
MANUALE D'AMORE: 6. Desternillante, tópica, tradicional, irresistible.
MATCH POINT: 9. Apasionante intriga. Allen entrega su “Perdición”.
EL MERCADER DE VENECIA: 6. Adaptación perfecta de un texto pasado
MILLION DOLLAR BABY: 9. Clasicismo del bueno. Muy emotiva.
MILLONES: 6. Realismo y onirismo se alinean con la obviedad.
NINETTE: 2. El mal montaje y desequilibrio estructural genera sueño.
NO SOS VOS, SOY YO: 7,5. Comedia clásica, de carcajada continua.
LA NOVIA CADÁVER: 6. Cuento animado. Gracioso, original y brillante.
OBABA: 6. Tan atmosférica como fría.
OLD BOY: 8. Intriga coreana de forma y contenido brutal.
OMAGH: 7. Estructurada y equidistante visión del terrorismo.
PARA QUE NO TE OLVIDES. 7. Dramón contenido. Sobra revisionismo.
EL PENALTY MÁS LARGO DEL MUNDO: 5. Algunas risas cotidianas.
LA PEQUEÑA LOLA: 7. Modesta y reiterativa, pero muy creíble, humana
PRIMER: 5,5. Gran atmósfera, pero no entendí nada. Enrevesada.
PRINCESAS: 8. Lo peor de Fernando León es lo mejor del cine europeo.
RAY: 5,5. La música no salva la hagiografía ni lo largo de su metraje.
REENCARNACIÓN: 7,5. Intrigante, desasosegante y morbosa.
REINAS: 2. Larga comedia en la que no te ríes. Horrible dirección.
QUERIDO FRANKIE: 4,5. Sucumbe a sus buenas intenciones.
SARABAND: 7. Bergman abusa de palabra y de su comprensión humana
SAW: 5,5. Thriller tópico pero efectivo.
EL SECRETO DE VERA DRAKE: 7. La época no resta verdad a Leigh.
SEMEN, UNA HISTORIA DE AMOR: 3. Original desbarajuste.
SIETE VÍRGENES: 8. Sincera adolescencia, verdad y realidad.
SIN CITY: 5,5. Mantiene el espíritu del cómic, pero no el del cine.
SÓLO UN BESO: 5,5. “Romeo y Julieta”, con dramaturgia de manual.
TAPAS: 6. Mezcla bien risas y lágrimas, pero no se atreve con lo chusco.
TORRENTE 3: 5,5. Bajan las risas por empacho de freaks.
LAS TORTUGAS TAMBIÉN VUELAN: 8. Dura y emotiva realidad kurda.
UNA HISTORIA DE VIOLENCIA: 7,5. Implacable y sorprendente.
LA VIDA SECRETA DE LAS PALABRAS: 7. Sobra profesionalidad.
5x2: 7. Previsible, pero interesante y con momentos muy brillantes.
11:14, DESTINO FATAL: 6. Corrosivo y sorprendente cruce de historias.
2046: 6. Poesía hipnótica, pero la reiteración produce aburrimiento final.
ALGO EN COMÚN: 6. Intento de “Beautiful girls” desequilibrado.
AMERICAN SPLENDOR: 7. Curiosa y graciosa mezcla de formatos.
ARCADIA: 7,5. Vibrante, divertida y negra.
EL AURA: 8. Thriller de precisión milimétrica.
EL AVIADOR: 8. Estimulante viaje hacia la autodestrucción.
BATALLA EN EL CIELO: 5,5. Exasperante por lenta y subversiva.
BUENOS DÍAS, NOCHE: 6. Intento de thriller realista. Drama onírico.
CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE: 6. Graciosa y original.
EL CIELO GIRA: 6,5. Preciosa y humanista desaparición de un pueblo.
CLOSER: 7,5. Teatro filmado que no se avergüenza de serlo.
CÓDIGO 46: 8,5. Thriller increíblemente romántico.
COMO UNA IMAGEN: 8. Tierna, sencilla y divertida. Nada francesa.
CONTRA LA PARED. 7. Forma excesiva y brutal para contenido normal.
LOS CHICOS DEL CORO: 3. Melosa, tópica y previsible.
LA DAMA DE HONOR: 7. Chabrol en estado puro. Morbosa e intrigante.
DENTRO DE GARGANTA PROFUNDA: 7,5. Divertida y emotiva.
DESCUBRIENDO NUNCA JAMÁS: 8,5. La peli más emotiva del año.
LOS DOS LADOS DE LA CAMA: 6,5. Secuela más exagerada.
ENTRE COPAS: 9. Graciosísimos y entrañables antihéroes.
FERNANDO Y CAROLINA: 5,5. La incorrección hace gracias alargadas.
FLORES ROTAS: 7. Desternillante patetismo vital.
LA GUERRA DE LOS MUNDOS: 4,5. Brillantez visual,horror argumental.
HABANA BLUES: 8. Humanista crónica musical que llega al alma.
HEROÍNA: 6,5. Una madre coraje creíble. Excelentes interpretaciones.
HIERRO 3: 8,5. Liberación y amor mudo. Graciosa y poética.
EL HUNDIMIENTO. 6,5. Levanta tantas expectativas que no las cumple.
LA INTÉRPRETE: 7,5. Thriller político al más puro estilo Pollack.
KINSEY: 7,5. Logradísimo biopic, entrañable, emotivo. Muy humano.
LILA DICE: 5,5. Morbo no satisfecho. Dirección de primerizo.
MALAS TEMPORADAS: 7. Cruce de historias que explica la vida de hoy.
MANUALE D'AMORE: 6. Desternillante, tópica, tradicional, irresistible.
MATCH POINT: 9. Apasionante intriga. Allen entrega su “Perdición”.
EL MERCADER DE VENECIA: 6. Adaptación perfecta de un texto pasado
MILLION DOLLAR BABY: 9. Clasicismo del bueno. Muy emotiva.
MILLONES: 6. Realismo y onirismo se alinean con la obviedad.
NINETTE: 2. El mal montaje y desequilibrio estructural genera sueño.
NO SOS VOS, SOY YO: 7,5. Comedia clásica, de carcajada continua.
LA NOVIA CADÁVER: 6. Cuento animado. Gracioso, original y brillante.
OBABA: 6. Tan atmosférica como fría.
OLD BOY: 8. Intriga coreana de forma y contenido brutal.
OMAGH: 7. Estructurada y equidistante visión del terrorismo.
PARA QUE NO TE OLVIDES. 7. Dramón contenido. Sobra revisionismo.
EL PENALTY MÁS LARGO DEL MUNDO: 5. Algunas risas cotidianas.
LA PEQUEÑA LOLA: 7. Modesta y reiterativa, pero muy creíble, humana
PRIMER: 5,5. Gran atmósfera, pero no entendí nada. Enrevesada.
PRINCESAS: 8. Lo peor de Fernando León es lo mejor del cine europeo.
RAY: 5,5. La música no salva la hagiografía ni lo largo de su metraje.
REENCARNACIÓN: 7,5. Intrigante, desasosegante y morbosa.
REINAS: 2. Larga comedia en la que no te ríes. Horrible dirección.
QUERIDO FRANKIE: 4,5. Sucumbe a sus buenas intenciones.
SARABAND: 7. Bergman abusa de palabra y de su comprensión humana
SAW: 5,5. Thriller tópico pero efectivo.
EL SECRETO DE VERA DRAKE: 7. La época no resta verdad a Leigh.
SEMEN, UNA HISTORIA DE AMOR: 3. Original desbarajuste.
SIETE VÍRGENES: 8. Sincera adolescencia, verdad y realidad.
SIN CITY: 5,5. Mantiene el espíritu del cómic, pero no el del cine.
SÓLO UN BESO: 5,5. “Romeo y Julieta”, con dramaturgia de manual.
TAPAS: 6. Mezcla bien risas y lágrimas, pero no se atreve con lo chusco.
TORRENTE 3: 5,5. Bajan las risas por empacho de freaks.
LAS TORTUGAS TAMBIÉN VUELAN: 8. Dura y emotiva realidad kurda.
UNA HISTORIA DE VIOLENCIA: 7,5. Implacable y sorprendente.
LA VIDA SECRETA DE LAS PALABRAS: 7. Sobra profesionalidad.
5x2: 7. Previsible, pero interesante y con momentos muy brillantes.
11:14, DESTINO FATAL: 6. Corrosivo y sorprendente cruce de historias.
2046: 6. Poesía hipnótica, pero la reiteración produce aburrimiento final.
Equivalencia en la puntuación
Equivalencia en la puntuación con críticas de otros medios de menor difusión y mayor subjetividad:
0-2,5 · Pésima.
2,5-4,5 * Mala.
5-6 ** Correcta.
6,5-7,5 *** Buena
8-8,5 **** Muy buena
9-10 ***** Obra maestra.
0-2,5 · Pésima.
2,5-4,5 * Mala.
5-6 ** Correcta.
6,5-7,5 *** Buena
8-8,5 **** Muy buena
9-10 ***** Obra maestra.
jueves, enero 05, 2006
Reencarnación (Jonathan Glazer): 7,5
Pocas veces comprenderé las leyes que rigen el mercado. Cuando crees que has encontrado una leyuniversal que explique medianamente la realidad comercial (éxito = publicidad * [coyuntura + empatía]), te encuentras con fenómenos incomprensibles como el de las deplorables “Los chicos del coro”, “Mi gran boda griega” o el de la excelente “Reencarnación”.
Si fuera un avezado productor con fajos de billetes metidos bajo el colchón, y me ofrecen gastármelo en un guión de intriga basado en personajes sólidos en plena crisis vital, giros argumentales sorprendentes, amor, lujo y adulterio en Nueva York, dosis crecientes de morbo y una megaestrella rey Midas como Nicole Kidman, no dudaría un ápice. Sacaría los billetes de debajo del colchón y dormiría a pierna suelta, sabiendo que el rendimiento doblaría la inversión. Sin embargo, cuando ese solidísimo guión se transforma en imágenes de angustia reveladora y marketing agresivo, no acude un solo espectador a las plateas. Desde luego, eso no se debe al único error de lapelícula: ese final ambiguo y lógico, pero rematadamente desequilibrado por cuanto plantea un escenario nuevo en un entorno hasta ahora totalmente conocido. Sólo ese enclave del desenlace rompe las expectativas crecientes de un espectador abrumado ante tanta hipnosis, arrastrado por una intriga racional y sexual, espiritual y terrenal. Por una intriga que obvia la búsqueda de impacto comercial en la banda sonora y en el mobiliario de Ikea para encontrar una atmósfera envolvente mediante música sutil, fría fotografía, dirección artística minimalista e interpretaciones tan arriesgadas como ajustadas. Por una intriga en la que brilla sobremanera la soberbia dirección de un Jonathan Glazer que, con sólo dos películas, se erige ya como una voz nueva a seguir hasta que encuentre su obra maestra. Si se sigue apoyando en la dramaturgia de Jean-Claude Carriére, no tardará en encontrarla. Aunque el mercado se niegue a apoyarla. Aunque sólo el tiempo reconozca sus esfuerzos.
Si fuera un avezado productor con fajos de billetes metidos bajo el colchón, y me ofrecen gastármelo en un guión de intriga basado en personajes sólidos en plena crisis vital, giros argumentales sorprendentes, amor, lujo y adulterio en Nueva York, dosis crecientes de morbo y una megaestrella rey Midas como Nicole Kidman, no dudaría un ápice. Sacaría los billetes de debajo del colchón y dormiría a pierna suelta, sabiendo que el rendimiento doblaría la inversión. Sin embargo, cuando ese solidísimo guión se transforma en imágenes de angustia reveladora y marketing agresivo, no acude un solo espectador a las plateas. Desde luego, eso no se debe al único error de lapelícula: ese final ambiguo y lógico, pero rematadamente desequilibrado por cuanto plantea un escenario nuevo en un entorno hasta ahora totalmente conocido. Sólo ese enclave del desenlace rompe las expectativas crecientes de un espectador abrumado ante tanta hipnosis, arrastrado por una intriga racional y sexual, espiritual y terrenal. Por una intriga que obvia la búsqueda de impacto comercial en la banda sonora y en el mobiliario de Ikea para encontrar una atmósfera envolvente mediante música sutil, fría fotografía, dirección artística minimalista e interpretaciones tan arriesgadas como ajustadas. Por una intriga en la que brilla sobremanera la soberbia dirección de un Jonathan Glazer que, con sólo dos películas, se erige ya como una voz nueva a seguir hasta que encuentre su obra maestra. Si se sigue apoyando en la dramaturgia de Jean-Claude Carriére, no tardará en encontrarla. Aunque el mercado se niegue a apoyarla. Aunque sólo el tiempo reconozca sus esfuerzos.
miércoles, enero 04, 2006
Siete vírgenes (Alberto Rodríguez, 2005): 8
“Siete vírgenes” es la única película española de 2005 que me enorgullece decir que ha sido hecha en mi país. Puede haber alguna mejor, pero para mí, ésta es la única que alcanza la totalidad de sus intenciones, es una de las pocas que deja testimonio para la posteridad del mundo en que vivimos, es una de ésas que te crees de forma sincera y te llega a emocionar.
Todo nace de su modesto origen, de su afán por mostrar una sociedad que evitamos, pero que está ahí. Por hablarnos de seres en un momento que, aunque hayamos pasado, difícilmente entenderemos. Por abarcar un segmento de la sociedad que crece mientras miramos a ninguna parte. Por contarnos la adolescencia como un recorrido de puntillas por la cuerda del funambulista.
Y la clave no es que decida contarnos ese recorrido sin moralismos ni moralejas. La clave no es que nos narre esa historia con empatía y contención. La clave es que ese excelente guionista que es Alberto Rodríguez consigue que cuantas palabras escribió se tornen en imágenes superlativas. Su puesta en escena es de tal naturalidad y precisión que los actores parecen haber nacidos para esos papeles (y costará imaginárselos en otros), que sus insustanciales conversaciones parecen totalmente sustantivas, que sus escenas parecen retazos de sus días. Que su ficción se torna documental. Y su documental, documento de una época, documento de unas vidas.
Todo nace de su modesto origen, de su afán por mostrar una sociedad que evitamos, pero que está ahí. Por hablarnos de seres en un momento que, aunque hayamos pasado, difícilmente entenderemos. Por abarcar un segmento de la sociedad que crece mientras miramos a ninguna parte. Por contarnos la adolescencia como un recorrido de puntillas por la cuerda del funambulista.
Y la clave no es que decida contarnos ese recorrido sin moralismos ni moralejas. La clave no es que nos narre esa historia con empatía y contención. La clave es que ese excelente guionista que es Alberto Rodríguez consigue que cuantas palabras escribió se tornen en imágenes superlativas. Su puesta en escena es de tal naturalidad y precisión que los actores parecen haber nacidos para esos papeles (y costará imaginárselos en otros), que sus insustanciales conversaciones parecen totalmente sustantivas, que sus escenas parecen retazos de sus días. Que su ficción se torna documental. Y su documental, documento de una época, documento de unas vidas.
martes, enero 03, 2006
Manuale d' amore (Giovanni Veronesi): 6
Hay países por los que parece no pasar el tiempo. No se trata sólamente de su arquitectura, ni siquiera de su economía, se trata sobre todo de su mentalidad. Son países anclados en el tiempo, en un esplendor que ahora es ocaso. Italia es uno de ellos.
Si tú ves una peli española de los 60 y luego ves una peli española de ahora, el mundo parece otro. Hay un nexo común, pero el paisaje es distinto y las mentalidades son opuestas. Ha habido una evolución en forma y fondo.
Sin embargo, cuando te plantas en un cine ante una peli como “Manuale d’amore”, te das cuenta de inmediato de que podía haber sido hecha en los 60. Que los edificios y los parques son los mismos, pero que lo que menos ha variado desde los 60 son los conflictos, la forma de ver el mundo. Se aprecia el mismo machismo, el mismo humor chusco, los mismos amantes debajo de la cama y las mismas aproximaciones lamentables del feo calvo a la diosa terrenal de turno, poesía de látidos del corazón y romanticismo de paseo por la playa. Es que el tiempo no ha pasado, es que los chistes son los mismos y la lágrima es la misma. Son los mismos recursos a meter los pensamientos, antagónicos a las realidades; a meter amas de casa que desean al presentador del telediario.
Son las mismas historias, tradicionales sí, pero tan divertidas y graciosas como siempre. Y es que la evolución es positiva, pero a veces la nostalgia es más efectiva. Hay ratos de esta peli en que, envuelto en culpables carcajadas, desearía que el cine español mirara un poco más atrás y me hiciera reír del modo en que me río.
Si tú ves una peli española de los 60 y luego ves una peli española de ahora, el mundo parece otro. Hay un nexo común, pero el paisaje es distinto y las mentalidades son opuestas. Ha habido una evolución en forma y fondo.
Sin embargo, cuando te plantas en un cine ante una peli como “Manuale d’amore”, te das cuenta de inmediato de que podía haber sido hecha en los 60. Que los edificios y los parques son los mismos, pero que lo que menos ha variado desde los 60 son los conflictos, la forma de ver el mundo. Se aprecia el mismo machismo, el mismo humor chusco, los mismos amantes debajo de la cama y las mismas aproximaciones lamentables del feo calvo a la diosa terrenal de turno, poesía de látidos del corazón y romanticismo de paseo por la playa. Es que el tiempo no ha pasado, es que los chistes son los mismos y la lágrima es la misma. Son los mismos recursos a meter los pensamientos, antagónicos a las realidades; a meter amas de casa que desean al presentador del telediario.
Son las mismas historias, tradicionales sí, pero tan divertidas y graciosas como siempre. Y es que la evolución es positiva, pero a veces la nostalgia es más efectiva. Hay ratos de esta peli en que, envuelto en culpables carcajadas, desearía que el cine español mirara un poco más atrás y me hiciera reír del modo en que me río.